Berlín. Los alemanes inundaron hoy la ciudad sureña alemana de Munich para celebrar la tradicional fiesta de la cerveza, inaugurada por el alcalde de la capital bávara, Dieter Reiter.
Esta es la 182 edición de la Oktoberfest, la reunión del lúpulo más famosa del mundo y que cada año atrae a millones de personas desde diversos rincones para beber y aprender algo más sobre este producto.
La reunión comienza con el servicio de la primera pinta de parte de Reiter, a lo que siguen varios días de jolgorio.
Este sábado los organizadores prevén la presencia de 400 mil visitantes extranjeros, sumados a buena cantidad de germanos.
Muchos turistas llevan la vestimenta tradicional de la zona con pantalón corto de piel y tirantes bordados para los hombres, blusas plisadas y muy escotadas para las mujeres.
La fiesta comenzó originalmente a conmemorar el matrimonio de Luis II de Baviera, y en sus 16 días de duración, se prevén seis millones de participantes, que deberían dejar unos mil millones de euros para la economía local.