Dice que esta semana su jefe inmediato le informó que sería removido del cargo
Asevera que la delegación de Segob, desde antes de la elección, ya lo tenía señalado por juntarse con grupos afines a Morena y desayunar en ocasiones con el diputado Luis Medina
Francisco Baca Barrón, ex subdelegado administrativo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), denunció que fue destituido de ese cargo por supuestamente apoyar al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) durante el pasado proceso electoral; “por andar de moreno”, según expresión que le hizo el delegado.
Expuso que esta semana su jefe inmediato le informó que sería removido de su cargo por instrucciones desde la Ciudad de México y que eso le pasada “por ser moreno”, es decir, en alusión a una supuesta simpatía con el partido Morena.
Aseguró que incluso la delegación de la Secretaría de Gobernación (Segob), desde antes de la elección, ya lo tenía señalado por juntarse con grupos afines a Morena y desayunar en ocasiones con gente como el diputado local, Luis Medina Lizalde.
Señaló que en ese momento la delegación de la Segob le hizo dos advertencias: una por su acercamiento con gente de Morena y la otra por presuntamente apoyar a los grupos disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Sin embargo, Baca Barrón refirió que el apoyo a los disidentes fue en el sentido de darles como funcionario del ISSSTE una trato igualitario en sus trámites de crédito o préstamos, “yo no tenía por qué discriminar a nadie”.
El ex subdelegado administrativo aseguró que, por tanto, no hay justificación legítima para su despido, sino que únicamente se trata de una decisión derivada de haberse negado a alinearse políticamente con sus jefes.
Relató además que durante el proceso electoral la delegación de la Segob lo invitó a una reunión con delegados de otras dependencias federales y le pidieron entregar su teléfono antes de ingresar y, ante su negativa, tuvo los primeros problemas con Gobernación y desde entonces surgieron las primeras quejas en su contra.
Después en otra ocasión fue sacado de un evento político al que primero fue convocado, pero al no ser de su confianza tuvo que abandonar el lugar. Asimismo, aseguró que la delegación de la Segob tenía algún tipo de redes electorales para favorecer al PRI.
Es así que ahora “buscan culpables de la derrota que tuvieron, pero no somos nosotros que se analicen, enfatizó Baca Barrón quien también se dijo consciente que en un par de meses de todas formas concluiría su función en el ISSSTE por el cambio de administración federal que se avecina.
Señaló que ahora está decidido a denunciar públicamente porque si bien se va tranquilo por el trabajo realizado y haber dejado las finanzas del ISSSTE en semáforo verde, cuando antes estaban en rojo por malos manejos y prácticas de corrupción.
Aseguró que su caso no es el único en el país, sino que al estar en contacto con otros subdelegados de administración de la República, sabe que hace unos días también destituyeron al subdelegado de Sonora y al Aguascalientes, quizás por motivos similares.
Dijo que ahora únicamente buscará que le den una liquidación legal y se retirará con la conciencia tranquila y con copias de documentos de su trabajo realizado para ampararse por si después le quieren fincar algunas responsabilidades.
Manifestó que durante su paso por la subdelegación administrativa, junto con su equipo de trabajo, emprendió un combate contra la corrupción y en su momento fue de las personas que denunciaron anomalías del delegado anterior, al que finalmente se le inhabilitó.
Actualmente, Baca Barrón comentó que derivado de su trabajo también hay tres demandas abiertas contra servidores públicos. En su momento reportó compras que no se hacían y a partir de ahí se iniciaron procedimientos por parte de los órganos internos de control, ya hay denuncias penales e inhabilitaciones de funcionarios avaladas por la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Al respecto, el diputado Luis Medina Lizalde opinó que es una política de represalia que se orquestó desde la Segob y por tal motivo responsabilizó a Alfonso Navarrete, titular de ese organismo, por ordenar o permitir que sus empleados en los estados operen a favor de un partido político y no para una institución.