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domingo, 18 mayo, 2025
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Filtrar el recuerdo

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Por: LUCÍA RIVADENEYRA* •

La Gualdra 668 / Libros / Poesía

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El mar es nuestro bosque.
Reinaldo Arenas

“Paseo el corazón de humo que me quedó en el pecho”, escribe Odette Alonso (Santiago de Cuba, 1964) en Lo que transcurre, libro que vio la luz hace unos meses. Salió del horno luego de una cocción a fuego lento en donde hierven emociones vigorosas, las cuales son aprehendidas por la poeta para que no se disuelvan como el humo. Son versos-olas, van y vienen como un movimiento marino y se quedan en el recuerdo con todo y sus olores. 

Ésta es una obra hecha con respiraciones agitadas y con ellas arma, en más de un sentido, un caldero de palabras salobres y humedades con sensaciones térmicas de no sé cuántos grados y con duelos que pesarán siempre. Para todas las personas que creen que la inspiración pasa cuando uno la invoca, debo decir que ésta sí llegó, pero -como decía Picasso- encontró a Odette en el escritorio, con el lápiz en la mano; es decir, estaba trabajando. Sólo así se escriben versos como: “Fui el aliento en tu espalda / la bruma en tu mirada / una fruta madura abriéndome en tus dedos”.

Lo que transcurre es un solo cuerpo, estructurado por “Ciudad de invierno”, “Interludio con lluvia”, “Lo que transcurre”, “Interludio de sol” y “Diario del verano”. Este cuerpo está sostenido por el oficio que Alonso ha ido solidificando y que ha generado una musculatura que abriga la médula del hueso poético. El corazón del poemario es para mí, justamente, “Lo que transcurre”. El orden en que lo presenta nos lleva de una sorpresa a otra. 

Hay una sutileza en el estilo, una dulzura que golpea, una riqueza de lenguaje que lleva a la pared de salitre, a la mesa de madera o a la ropa de invierno como “una montaña de recuerdos”. Estos poemas que Odette ofrece son una vida filtrada en la memoria porque nadie se va, porque no hay olvido y si alguien se va, cuando menos se espera, aparece en los sueños.

Poemas hilvanados como un rosario de pasiones, palabra tras palabra, verso tras verso, imagen tras imagen. Va de la madrugada a la noche entre “mil esquirlas de luz”. Me gusta que haya retomado algunos poemas de Últimos días de un país porque redondean el rumbo de este libro. Así, lo que tenemos en las manos es una edición redonda, estructurada con versos que pueden acompañarnos siempre como, por ejemplo: “Es un duelo de pánicos la noche” o “No habrá otro rastro que la humedad del llanto”, o “…y el miedo / como hoguera / nos incendia”, o “Hundo el puñal en la estatua de hielo”. Sus palabras son una isla de sal y vapores y de deseos atrapados. El mar es el gran personaje, es una reminiscencia que late.

Mientras leía, pensé en la lucha de las palabras, en la seducción de LA palabra, el encuentro y el amor y la muerte, esta última en sus diversas formas: la ruptura, el adiós, la migración, el recuerdo, el abandono -a veces involuntario; pero aquí, la poeta sí sale victoriosa y, aunque marina, es terrenal.

El sentido del humor es una de las características de la autora y gracias a él sabe aligerar, con sabiduría y para bien, la densidad de ciertos obstáculos que la vida pone en todas las veredas. Justo esos momentos, ella los transforma en imágenes intensas, une un poema con otro, con versos propios como epígrafes y todo con un objetivo: la unidad poética.

La también narradora y promotora cultural, quien reside en México desde hace más de 30 años, tiene entre otras publicaciones el ya mencionado Últimos días de un país, con el que obtuvo el Premio Clemencia Isaura de Poesía, 2019, en Mazatlán; Old Music Island que ganó el Premio Nacional de Poesía LGBTTTI, Zacatecas 2017; Insomnios en la noche del espejo que fue merecedor del Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén; también ha publicado Con la boca abierta y otros cuentos, Las otras tempestades, Hotel pánico, y De humo y miel (antología 1989-2024), por mencionar algunos.

Gracias por este poemario tan luminoso, Odette, ya que al terminar la lectura y relectura sabemos que “No será el amor quien nos rescate / ni sueños de celuloide la historia de estos días”; además, tus versos nos recuerdan que, a pesar de todo, cualquiera que sienta el pulso de la vida, trae “un colibrí volándole en la espalda”, mientras adentro y allá a lo lejos está Lo que transcurre.


Alonso, Odette. Lo que transcurre. (2023). Ediciones Furtivas. Nueva York.

 

 

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