Luego de la conferencia de prensa realizada el 14 de abril, en la que integrantes de Bazar Soñadoras denunciaron actos de intimidación por parte del Ayuntamiento de Zacatecas, el colectivo publicó un nuevo comunicado en el que reitera su denuncia y advierte que la continuidad del proyecto sigue en riesgo.
Según lo denunciado por las emprendedoras, el conflicto se originó tras la expulsión de seis personas por alterar la armonía del bazar, quienes advirtieron tener familiares dentro del Ayuntamiento y la Legislatura.
A partir de entonces, las organizadoras aseguran haber sido objeto de una campaña de desprestigio que derivó, el domingo 6 de abril, en la presencia de regidoras y autoridades municipales en el Parque Sierra de Álica con supuestas amenazas de multas de hasta 17 mil pesos y exigencias de cobros de 44 pesos por metro cuadrado.
En su nuevo comunicado, Bazar Soñadoras señala que las personas que acudieron “no tenían por qué ir, ya que dentro de sus cargos no les corresponde”, y calificaron su actuación como intimidatoria, lamentando que el conflicto haya escalado a este punto. “No solo se nos ha difamado, ahora también se nos amenaza y se pone en riesgo la integridad de nuestro espacio”, denunciaron.
Ante este contexto, las emprendedoras hicieron un llamado a colectivas feministas y a quienes defienden espacios autogestivos de mujeres a mantenerse solidarias con Bazar Soñadoras.
El Ayuntamiento, por su parte, ha negado los señalamientos sobre influyentismo e intimidación. En un comunicado indicaron que las bazaristas no cuentan con permiso acreditado en la Dirección de Análisis de Ingreso del Municipio. Berenice Villagrana, directora de Turismo municipal, explicó que los puestos del bazar pagan “300 pesos mensuales y son alrededor de 150 puestos”, por lo que −dijo− deben pagar el permiso que “todos los comerciantes pagan”.