La presidenta de México Claudia Sheinbaum en sus primeros 75 días de gobierno ha demostrado carácter, congruencia y oficio político para construir con sello propio el segundo piso de la cuarta transformación de la vida pública del país. Sus decisiones y su visión de una estadista echan abajo voces que dudaban de que una mujer condujera con atino el país.
Desde luego no ha sido fácil para la presidenta, en estos dos meses y medio de su gobierno ha tenido que enfrentar grandes retos, como el derivado de la reforma al Poder Judicial, la cual enfrentó una inusitada resistencia de los grandes monopolios nacionales y extranjeros, partidos de oposición, del Poder Judicial y dentro de éste de algunos ministros y ministras y de la propia presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña; así como de los grandes medios de comunicación y de una oligarquía dorada acostumbrada a los privilegios y al amasamiento de grandes fortunas a costillas del pueblo; todos ellos, al unísono vaticinaban que con la reforma el país se iba desmoronar, que habría fuga de capitales, baja en la inversión privada nacional y extranjera, que se infiltraría la delincuencia organizada, que se atentaba contra la democracia, la autonomía de los Poderes y contra los derechos humanos. Nada de eso ha sucedido, ni sucederá; la reforma Judicial no afecta los derechos de los trabajadores, solo elimina los excesos de las altas esferas de este Poder y busca una justicia pronta, expedita y gratuita para todas y todos y no solo para los potentados.
Otro reto, es el derivado de la elección presidencial de los Estados Unidos, donde el presidente electo Donald Trump desde su campaña ha amenazado con deportaciones masivas de migrantes y con poner aranceles a las exportaciones mexicanas a ese país, culpando a México de la producción e introducción de fentanilo a su país y de delitos cometidos por migrantes. Inclusive amenaza con la salida de México del tratado de libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, (T-MEC). La presidenta Claudia Sheinbaum en ningún momento se ha achicado ante el próximo presidente de Estados Unidos -como lo hacían en sexenios pasados de los gobiernos neoliberales-. Con inteligencia y firmeza le ha contestado que el trato entre las partes del T-MEC es de colaboración, de complementación y no de competencia, pero nunca de sumisión, ni de injerencia, la soberanía de México es primero, el poner un arancel a las exportaciones mexicanas, conlleva a otro arancel a las exportaciones estadounidenses, en ese esquema todos perdemos. Referente a la producción e introducción del fentanilo de México a Estados Unidos, que causa miles de muertes, la presidenta fue clara, nosotros no producimos el fentanilo, lo combatimos; de igual manera le hizo saber que Estados Unidos es el fabricante y exportador a nuestro país de más del 70 % de las armas que han causado miles de muertos en México.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha logrado avanzar en los 100 compromisos pronunciados en el Congreso y Zócalo de la CD/MX, donde se comprometió que gobernaría con la máxima de la 4T “por el bien de todos, primero los pobres”. Bajo la filosofía del humanismo mexicano dio continuación y soporte presupuestal para el 2025 a los programas sociales con apoyos crecientes por arriba de la inflación y llevados como un derecho en la Constitución (pensión adultos mayores, personas con discapacidad, jóvenes construyendo el futuro, beca universal en preparatorias públicas, entre otros); se crearon otros nuevos (pensión para mujeres de 60 a 64 años de edad, comenzando en 2025 con mujeres de 63 y 64 años; beca universal a estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, comenzando en 2025 con secundaria; médico en tu casa para adultos mayores y personas con discapacidad. Se aumentarán las becas a estudiantes universitarios, ampliación en la cantidad de preparatorias hasta igualar al número de secundarias y un mayor número de universidades públicas para incrementar la cobertura y disminuir la deserción escolar.
Se llevó a la Constitución: que el salario mínimo esté por arriba de la inflación, en 2025, tendrá un incremento del 12%; las vacaciones dignas; la ley silla y el aguinaldo doble de 15 días pasa a 30 días. También la igualdad para los pueblos indígenas y afromexicanos, reconocimiento de las culturas y las lenguas; la igualdad sustantiva de las mujeres en todas sus formas y su derecho a una vida libre de cualquier tipo de violencia; con acceso a la salud de las mujeres en todo su ciclo de vida, especialmente a la salud sexual y reproductiva.
Se fortalece al IMSS y al ISSSTE y se consolidará el IMSS-Bienestar para atender aquellas personas que no cuenten con seguridad social. Para mejorar la atención y el abasto de medicamentos se digitaliza todo el proceso logístico y se construirán farmacias del Bienestar.
La soberanía alimentaria es el eje rector para la reactivación del campo mexicano, garantizando la autosuficiencia de maíz blanco, frijol, arroz, trigo y leche, con precios de garantía llevados a la Constitución, en el caso del frijol se incrementó de 21 a 27 pesos por kg, fertilizantes gratuitos para pequeños productores, sembrando vida, producción para el bienestar, producción de semillas mejoradas; sanidad vegetal y animal, tecnificación del riego, acceso a mercados y financiamiento.
En materia energética, se llevó a la Constitución el fortalecimiento de PEMEX y CFE, con autosuficiencia en gasolinas e Internet gratuito, con la participación en la generación eléctrica de CFE en 54% y el restante 46% para los privados. Se impulsa la transición energética con energías limpias para combatir el cambio climático y mantener precios justos para los usuarios y sectores productivos.
*Diputado Federal por Zacatecas