Fuera de las verdaderas deficiencias en el equipamiento, el abasto de medicamentos, el servicio y la calidad del mismo, que existen – sin lugar a dudas – y que existirán, también sin lugar a dudas, en el corto y mediano plazo, porque tenemos que entender que vivimos en un país tercermundista y subdesarrollado, con autoridades, tanto locales como federales, que no atinan a entender las cosas como son y que dan pasos agigantados – tal vez o tal vez no en la dirección correcta – como el que hemos comentado en otras colaboraciones de intentar DIVIDIR LA ATENCIÓN MÉDICA DE LA SOCIEDAD EN DOS CAPÍTULOS, aquel de los derechohabientes con un empleo formal y que son atendidos en el IMSS, aunque también en otras instituciones menores, Y AQUELLOS que no cuentan con un EMPLEO FORMAL y que se conocen como la población abierta, y a quienes la presente administración federal ha decidido incluir dentro de un esquema de ATENCIÓN GRATUITA dentro de lo que hoy en día conocemos como IMSS BIENESTAR, atención que antes – y aun hoy en día – provee la SECRETARÍA DE SALUD con todos los bemoles que usted guste y mande.
El salto hacia el objetivo pensado, lo hemos comentado una y otra vez, es complicado en extremo, además de que nuestro país no cuenta con los recursos suficientes para asegurar un SERVICIO DE SALUD PARA TODA LA POBLACIÓN GRATUITO Y DE CALIDAD, ya no pensemos en la estupidez – perdón por el adjetivo – de pensar que algún día contemos con un mejor servicio de países primermundistas como DINAMARCA.
Y si a ello le agregamos la ENORME CORRUPCIÓN que corroe y que no se ha modificado dentro del sector salud, como seguramente sucede en otras áreas, y que se intensificó en los tiempos del SEGURO POPULAR, que por ello se desechó, además de que de alguna forma tendremos que aceptar – y podemos argumentar al respecto – que este sistema era pensado dentro del pensamiento neoliberal que entonces predominaba en las cúpulas gubernamentales con todo lo que ello implicaba.
Ahora bien, en esta extraordinariamente DIFÍCIL TRANSISIÓN en algunos lugares como en nuestro estado – y seguramente en muchos sitios más – LOS INTERESES DE UN PERSONAL CORRUPTO EN EXTREMO y que busca mantener canonjías y privilegios como sería el caso de la LÍDER DEL SINDICATO y al MISMO TIEMPO SECRETARIA DEL PRI ESTATAL- NORMA CASTORENA, que en otros tiempos estuvo muy ligada con las cúpulas de la misma SECRETARÍA, donde trabajaban conjuntamente para sus objetivos personales y de grupo, y que ahora en un gobierno que se dice de MORENA – pudiera ser, pero es todo menos de izquierda – es bien sabido de una CONFRONTACIÓN ENTRE LA PROPIA SECRETARÍA ENCABEZADA POR OTRO SINDICALISTA, solo que del IMSS, y que ahora funge como jefe de su sindicato y SECRETARIO DE SALUD, y claro nos referimos a USWALDO PINEDO y el sindicato de NORMA, que siempre ha mandado y mangoneado la institución y pretende seguir haciéndolo.
Yo lo digo y lo afirmo con CONOCIMIENTO DE CAUSA, durante mi estancia al FRENTE DEL HOSPITAL GENERAL, un hospital de primer mundo que nos tocó abrir y poner a funcionar en tiempos de MIGUEL ALONSO, nos permitió darnos una idea de las enormes corruptelas que ahí se hacían desde las oficinas del entonces SECRETARIO DE SALUD, RAUL ESTRADA, manipulado por el HERMANO DEL GOBERNADOR JUAN ALONSO, quien era compañero de él desde la escuela primaria, había influido para que ocupara el puesto durante el sexenio de MIGUEL ALONSO.
Me tocó armar 6 expedientes de corruptelas que aún conservo y donde el SECRETARIO TUVO QUE FIRMARME DE RECIBIDO y que podrían haber armado todo un proceso que hubiera terminado – si hubiera la voluntad política por parte del GOBIERNO de ALEJANDRO TELLO o del de DAVID MONREAL – con el encarcelamiento de los no tan presuntos implicados, como ha sucedido en 6 estados de la República, donde los ex secretarios de salud se encuentran, ya sea dentro de la cárcel o en juicio por malversación de fondos.
En aquellos tiempos, siendo un servidor alguien incómodo para las élites del poder, decidieron mi salida, la que implementó NORMA CASTORENA, sin causa alguna, y claro, se hablaba de maltrato a los empleados o trato despótico que no fue documentado, aun así me impidieron el acceso a mi oficina, donde quedaron hasta mis pertenencias más personales, y unos días más tarde el SECRETARIO DE GOBIERNO de entonces me confirmó que no había vuelta atrás, porque el actual al menos menciona en los medios que se tendrían que corroborar y documentar las acusaciones que ahora se hacen en contra de los DIRECTORES DE LOS HOSPITALES GENERALES DE FRESNILLO Y ZACATECAS.
De ninguna forma creo que sean circunstancias similares, personas de mi confianza me han comentado los enormes intereses que existen entre estos dos grupos confrontados por el control de la institución, y ello me confirma el por qué DAVID MONREAL decide por USWALDO en vez de optar por una persona profesional con experiencia e intachable como era el DR. CHACÓN, ex presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, es claro: porque él seguramente no se hubiera prestado a las irregularidades que hoy en día se viven dentro de la institución, que con todo y esa problemática se encuentra en proceso de ser traspasada al IMSS BIENESTAR.
De lo que existe prueba es de que los medicamentos, al menos dentro del HOSPITAL GENERAL, solamente se prescriben con la autorización de la ADMINISTRACIÓN, y que ello ha provocado que muchos de ellos costosos y difíciles de encontrar, hayan caducado dentro de las bodegas por negligencia de funcionarios, pero de ahí a hablar de MALTRATO, como lo hace NORMA CASTORENA, es tratar de justificar su decisión de no parar hasta terminar con el cese de estos funcionarios, arropada por su eterna turba de porros y golpeadores que la siguen y la han seguido de tiempo atrás.
La realidad es que no hay a quien irle, ¿si a las huestes de USWALDO o las de NORMA, confrontadas en una guerra de consecuencias impredecibles, donde quien saldrá perdiendo serán como siempre los usuarios, Y EL GOBERNADOR apa? Bien gracias, re encarpetando caminos.