■ Docentes y alumnos tuvieron que ingresar al centro a través de las ventanas, informan
■ Después de 2 años y 3 meses, la Biblioteca Digital Telmex sigue sin uso: De la Rosa
El pasado miércoles a las 8 y media de la mañana, la maestra de la escuela Vicente Guerrero ubicada en la colonia Nuevo Salaverna, en Mazapil, tuvo que romper el candado de la reja para acceder al patio del centro educativo y, desde ahí, junto con sus alumnos, ingresar a las aulas a través de las ventanas.
Los hechos los narró el regidor que funge como enlace desde ese municipio con el sector educativo del estado, Roberto Cuauhtémoc de la Rosa.
Esta escuela fue construida por Grupo Frisco, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim, en el fraccionamiento también edificado por esta empresa con el objetivo de reubicar a los habitantes de la comunidad de Salaverna (denominada ahora por las autoridades como Viejo Salaverna) a fin de continuar con las explotaciones en el subsuelo de esa localidad.
Pero la institución educativa Vicente Guerrero no sólo fue hecha por los empresarios, sino que sigue en manos de la compañía minera pues, según explicó el regidor De La Rosa, son los agentes de seguridad privada de la mina Tayahua, que opera Frisco, quienes tienen las llaves para abrir el recinto.
Ante esto, expuso que el miércoles pasado los guardias que custodian la mina no acudieron a la colonia a quitar los candados de la escuela por lo que, al estar lloviendo, la maestra y los alumnos tuvieron que acceder por sus propios medios para poder dar clase en los salones.
La construcción de esta escuela, como han asegurado habitantes de la zona, sirvió de estrategia a la empresa para “presionar” a las familias que, aún hoy, están viviendo en sus casas en Salaverna; rodeados de viviendas en ruinas, soportando la contaminación ambiental que ha causado la mina Tayahua en la zona y resistiendo los embates de las explosiones, que acusan de “intencionales”, las cuales provocan las cuarteaduras y grietas en los muros de los hogares, que ya están en riesgo de colapsar en muchos de los casos.
En este sentido, Roberto Cuauhtémoc de la Rosa sostuvo que la nueva escuela, que no está dando un servicio óptimo a los ciudadanos, fue una medida de presión porque con su puesta en marcha las autoridades tomaron la decisión de cerrar la escuela en el Viejo Salaverna.
Esto orilló a muchas familias a mudarse al fraccionamiento, aceptando así las condiciones que les impuso la minera para su reubicación, debido a que necesitaban un espacio educativo para sus hijos.
El depender de los agentes de seguridad privada de la mina no es la única afectación que sufren en estas familias y, sobre todo, los niños y jóvenes tanto de Nuevo Salaverna como de Viejo Salaverna y Mazapil, que estudian en la escuela Vicente Guerrero.
En este centro escolar fue inaugurada la primera Biblioteca Digital Telmex, empresa también propiedad de Carlos Slim, al igual que Grupo Frisco; pero hoy, después de 2 años y 3 meses de que se celebrara el evento público de apertura, los candados mantienen cerradas las rejas que cubren las ventanas y la puerta del aula de computación impidiendo su uso.
El 10 de julio de 2012, el director general de Minera Frisco, Alejandro Aboumrad González, en un acto oficial, formalizó el inicio de los servicios que supuestamente iba a prestar esta biblioteca digital.
Sin embargo, el regidor De la Rosa aseveró que tanto la empresa como la presidencia de Mazapil “no se lo dejan (este espacio) a los maestros de la escuela para que los niños trabajen en las computadoras”.
Por último, hizo un llamado a todos los implicados en estos hechos, desde Grupo Frisco y las autoridades municipales, como el propio Gobierno del Estado, para que se resuelva esta situación y no se afecte a los estudiantes pues, aseguró, “los niños no tienen nada que ver en los problemas que tengamos nosotros, los mayores, con las empresas ni con la presidencia”.