Durante la primera Conferencia Mundial de Mujeres Parlamentarias, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, propuso que una parte de la inversión mundial que se realiza en armas se destine para garantizar justicia y educación para las niñas a fin de impulsar la paz, la justicia y la igualdad como parte de la lucha contra el racismo, la discriminación, y el machismo.