Jesús Domingo Segovia, especialista en temas educativos de la Universidad de Granada, España, afirmó en entrevista que la calidad educativa se logra después de consensuar un pacto social que involucre todos los sectores, mediante el cual se defina los objetivos y metas a alcanzar en determinado plazo, como ocurrió en países como Finlandia que actualmente son la vanguardia en la educación mundial.
Según comentó, la calidad en la educación implica diversos factores y acciones que van desde la implementación de políticas que establezcan aspectos prioritarios, definir elementos de valor como la ciencia, la tecnología o el idioma, y generar estructuras y recursos para hacerlo sostenible.
“El principal responsable de que esto se lleve a cabo son los maestros y las escuelas en su comunidad, con la familia, y por lo tanto hay que acompañarlos para que ellos asuman el reto y no tengan esa reticencia ante los cambios en la sociedad y de perspectiva”, expresó.
Por tanto, lograr una calidad educativa implica, según comentó, acciones macro, micro, y fortalecer y articular los sistemas y niveles intermedio de apoyo que son los directores y supervisores, funcionarios que pueden ayudar en todos esos procesos.
Entrevistado en una visita reciente a Zacatecas, afirmó que todo colectivo, ante cualquier proceso de cambio, presenta algún tipo de resistencia, pero dijo que lo que se debe articular son procesos de diálogo y entendimiento, y si todos los actores sociales son capaces de consensuar lo que se necesita para lograr un mejor sistema educativo, posiblemente se supere esa reticencia.
El problema radica en que ciertos sectores consideran que fueron excluidos de la toma de decisiones respecto a los procesos de corresponsabilidad, pero eso es algo muy complejo que ocurre en todos los países.
“No hemos terminado de conseguir un gran pacto educativo y social en el que quede claro cuáles son los elementos nucleares, puesto que cada gobierno tiene determinados ejes de trabajo, pero es importante que se generen acuerdos en cuestiones fundamentales que puedan orientar la educación”, reiteró.
Sin embargo, Segovia agregó que “yo no tengo la receta y mi país no es un ejemplo en el que lo hayamos conseguido. Los países que sí han conseguido ese pacto social son los que hoy por hoy son punteros educativamente, como Finlandia”.
Por otra parte, comentó que después de una década de implementada la asesoría en México, reconvirtiendo los servicios de apoyo, en este momento es interesante pensar en cómo se puede apoyar la transformación de la escuela para responder a las necesidades locales, nacionales y mundiales.
En ese sentido, indicó que es necesario pensar qué acento debe tomarse en consideración para hacer más efectivo ese apoyo de la asesoría y todo proceso de acompañamiento en el desarrollo profesional en el ámbito educativo, para lo cual hay varias directrices que se deben tomar en cuenta y así discutir con prácticas que no están del todo consolidadas pero que han iniciado un proceso serio de articulación.