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miércoles, 24 abril, 2024
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Shéhérazade, de Jean- Bernard Marlin, en Cannes

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Por: CARLOS BELMONTE GREY •

Un filme de las pandillas en Marsella: el naturalismo en la Semana de la Crítica

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Jean-Bernard Marlin ha vuelto a las calles de Marsella para filmar una película cercana al naturalismo decimonónico, y decimos solamente cercano porque la ha redondeado con una historia romántica. Se trata del filme Shéhérazade, presentada en la Semana de la Crítica, sección paralela a la Selección Oficial del Festival de Cannes.

Marlin se basó en una historia de proxenetismo publicada hace cinco años en los diarios de la segunda ciudad más grande de Francia, Marsella, para crear una película que muestra a la vez la juventud callejera y pandillera de la ciudad y las opciones de enderezamiento. Todo esto envuelto, ante todo, en una historia de amor juvenil.

Para dotarla de naturalismo utilizó dos artificios, ambos estrechamente ligados: sus actores Dylan Robert(18 años) y Kenza Fortas (17 años) son no profesionales y son marselleses. Robert fue seleccionado para la película justo cuando estaba por salir de la correccional de menores y el consejero le pedía un proyecto a futuro para dejarlo libre, fue entonces que tuvo la oportunidad y fue escogido por Marlin. Mientas que Fortas fue recomendada por su madre que había ido al casting y debería ser la madre de uno de los amigos de un personaje –las escenas fueron cortadas en la versión final-y se quedó con el papel, “por supuesto que ella se enojó cuando vio que no saldría, pero me vale”, comentó sonriente la joven actriz.

Ambos chicos conocen la vida de la calle y, por tanto -y aquí el segundo artificio- conocen el argot de las pandillas y los conflictos. Tanto lo conocen que Marlin tenía los diálogos ya escritos, pero prefirió dejarlos a la adaptación de su propio registro e incluso tuvo que controlarlos porque era un lenguaje tan local que sería incomprensible para el público e imposible para la traducción de subtítulos.

Jean-Bernard Marlin, director de Shéhérazade, junto con los actores de la película

Marlín tomó el riesgo de usar este tipo de actores porque considera que eso es lo que dota a la película de realidad y veracidad. Sus gestos, su lenguaje, sus actitudes cumplen suidea de hacer un cine directo y retrato del momento, aunque con una ficción implícita, comentó en entrevista exclusiva realizada en la playa Nespresso.

El proyecto funciona, porque al momento de su proyección en la Sala Miramar, la sala estuvo llena; un tercio del público fueron los amigos de los actores que vieron su vida en una película. El drama, la tragedia y el amor los hicieron llorar. El momento del final fue conmovedor por el contraste de ver a chicos de la calle con caras de asesinos, del tipo de gente que quizás de noche daría miedo cruzaren una calle solitaria, emocionados hasta las lágrimas.

El naturalismo se ve roto en la pantalla por el uso de elipses en los momentos violentos. Marlin decidió no mostrar las golpizas cuando eran de esperarse ni los asesinatos, sino que brincó a la imagen de las consecuencias. Una estrategia que conmueve pero a la vez acentúa la violencia en la imaginación del espectador.Por eso los momentos de sangre se ven directamente en el hospital o en las camas. Las elipsis, sin embargo, no impiden que sea un filme violento “y eso que en Marsella todo es violento”, increpa Robert.

Shéhérazade fue un proyecto que tomó cinco años en realizarse y costó cerca de dos millones de euros. Una película que funciona como herramienta pedagógica para mostrar en las escuelas de educación media y básica. Son del tipo de documentos que pueden ser curativos, invitar a la reflexión y de efecto inmediato. Los cineastas franceses se han mostrado –al menos hasta lo que hemos podido ver en las salas de cine- por crear un cine destinado a los jóvenes con temas en deba de actualidad: el lugar de la mujer y el machismo, y el acoso sexual. El cine, al final, siempre tiene impacto: el joven, el improvisado actor dijo: “Puse los pies en la tierra, cambié mi lenguaje y me enriqueció culturalmente”, mientras que la actriz afirmó: “Adquirí más madurez, el cine es toda una experiencia”.

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