Monterrey, NL. En una emotiva ceremonia celebrada en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, el empresario regiomontano Lorenzo Zambrano Treviño fue despedido con una misa y al final un prolongado aplauso.
Al lugar, ubicado en la avenida Vasconcelos en el municipio de San Pedro Garza García, se dieron cita los más importantes miembros de la clase empresarial de México, políticos, académicos, familia y amigos.
En la misa participaron diez sacerdotes y cuatro sobrinos del magnate pronunciaron palabras de despedida.
El arzobispo Cabrera López envió un mensaje que fue leído antes de empezar la ceremonia del adiós: “El justo aunque muera prematuramente, tendrá su descanso”, leyó el sacerdote jesuita Alejandro Treviño Noyé, quien llegó desde Puebla para despedir a a su primo-hermano y ex director de Cemex.
Al término de la misa, empresarios entrevistados destacaron el “gran legado” que deja a Monterrey, México y el mundo, por su visión “emprendedora y global”.
Lorenzo H. Zambrano murió el pasado lunes a los 70 años de un paro cardíaco, mientras se encontraba solo en una habitación del Hotel Villa Magna en Madrid.
El presidente Enrique Peña Nieto se trasladó a esta ciudad para asistir al funeral y montó guardia de honor ante los restos del empresario en su casa ubicada en el Chipinque. Lo acompañaron el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, y funcionarios del gobierno federal.