Pierde quien se aleja de Buenos Aires, siempre dicen los porteños.
Pero también pierde quien se aleja de Zacatecas.
Ya lo decía el pianista argentino Raúl Di Blasio: Zacatecas es de las ciudades más bellas del mundo.
No precisamente porque uno se encandile con las ciudades en sus apariencias sino por lo que entraña su historia, los hechos valientes de sus habitantes. Las ciudades son hijas de la guerra, de las excursiones, de las osadías, de barcos y trenes y carretas. De trampas y victorias, de logros y demasiados sacrificios.
A donde hemos llegado si no es a reafirmar lo que tanto anhelaron nuestros antepasados y tratar de vivir siendo dueños de una casa, ¿una familia, un parque, un mercado de víveres y una biblioteca para ser felices?
Era cosa de ver cómo los estudiantes zacatecanos en 1888 sacaban sus libretas y libros en las noches juntos a los primeros postes de luz en las principales calles y avenidas zacatecanas y así seguir estudiando o deleitándose con Julio Verne o libros de medicina, derecho o taquigrafía.
Lo mismo en las ciudades argentinas que llegaron a ser consideradas las mas adelantadas de su época (1910) por la gran modernización y autoridad para refrendar leyes y causas.
Recuerdo que meses antes de mi estadía en Argentina en 2008 estudié como loco en las bibliotecas la historia de ese país hermano, obvio que mi primera maestra de vida la argentina Raquel Arellano -yo a los 15 años, ella de 27- fue una referencia inmediata de la historia de los montoneros -.esa guerrilla radical peronista que hizo disturbios y aspiraciones justicialistas- y entonces acudí a las fuentes primarias y la curiosidad quiso entendiera que quien revolucionó la vida cotidiana de los argentinos, fue su primer gran virrey el mexicano Juan José de Vertiz y Salcedo, hoy muy venerado en la patria sureña, ya por sus innovaciones , pero también por su mano férrea contra las sublevaciones incas y en contra de la falta de higiene de los habitantes bonaerenses.
Vi que Emiliano Zapata era muy admirado en vida, pues los estudiantes argentinos en 1917, 1918, llevaban su retrato y consignas en sus marchas y manifestaciones, exigiendo autonomías universitarias, el cese a la represión, la hosquedad de los ricardos frente a la plebe hambrienta y enferma. Lo mismo admiraban plenamente a Pancho Villa y sus famosos dorados.
Para ello casi siempre que piensa uno en Zacatecas, logra vislumbrar cuando Francisco Villa -homónimo del zacatecano bandolero al que Doroteo Arango, a sus 14 años de infancia, supo de sus famas y justicias a caballo- entró en zacatecas para apoyar con todo al gran general Felipe Ángeles en 1914. Los dorados de pancho Villa era el cuerpo de élite del general duranguense y tomando el control de ciudades y poblados, en sus trenes también iban periodistas norteamericanos, dos curiosos italianos y uno francés, pero no se despegaban de ellos y sus famas bien ganadas, convivencias, corridos, entrenamientos, lecturas masivas-.
Cómo reaccionó la derecha argentina y la derecha mexicana ante los descontentos generalizados de estudiantes y combatientes; hoy la derecha argentina está en el poder, Milei ha destrozado a la economía como nadie en una crisis sin precedentes y en tanto, la derecha mexicana reclama sus derechos natales de agandallarse lo que según ellos les corresponde, ser una supuesta alternativa y vislumbrar siniestramente que el país ya está en recesión, que se acabaron los dineros en los programas sociales y ponerse como estandarte de las nuevas causas de la verborrea horrenda y bajuna de quienes ya ostentaron el poder y solo les sirvió para enriquecerse impunemente.
La derecha mexicana agrupada en los partidos tradicionales y el jugo de naranja, deben ser considerados casi criminales de guerra, por alentar desafueros, fraudes electorales, exacerbar la violencia con los cárteles mexicanos super pertrechados con armamento israelí y estadounidense, nadie duda que ellos mismos contribuyen a la desaparición de personas, ataques perfectamente diseñados donde gobierna el morenismo y se eleven las cifras de masacres a jóvenes muchos de ellos inocentes, la derecha pide a rodillas que intervengan los estadounidenses, alzan la ceja, se dicen espantados, exigen se solucione de manera inmediata las anomalías de 12 años de panismo y 76 del priismo coludido con los infiernos.
Mientras tanto, las ciudades son hijas de los vientos, Buenos Aires sigue siendo el paraíso arquitectónico del sur, su gente es bondadosa y muy sentimental, al igual que los zacatecanos, tienen un porte de orgullo, “del no importa si me olvidas, pues tú te lo pierdes”.
Columna dedicada tambien al valeroso pueblo del Ecuador y sus mil batallas correistas, mashi otabalo, sensei.