Que sintomático observar que durante el foro para construir el Programa Estatal de Derechos Humanos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Zacatecas (CEDHZ) no presentó una propuesta institucional para el mismo. Luego entonces, la instancia principal y que tiene la mayor obligación de marcar la ruta para el programa de defensa de los derechos humanos en Zacatecas, sencillamente no hizo nada. Esto es un signo de su situación general: ha sido un espacio que muy poco ha contribuido en su propia misión. En las diferentes crisis de derechos humanos no se ha visto que cumpla con altura su papel, por ejemplo, con la penosa situación de los menores migrantes no-acompañados, tanto locales como los que vienen desde Centroamérica, la CEDHZ estuvo prácticamente congelada. Era un caso para levantar toda una investigación y seguimiento del tema, y promover soluciones para los niños. Pero nada de eso. El caso de los migrantes de paso es especialmente sensible porque han sido vulnerados en sus derechos de manera brutal, y tampoco hay acciones para su defensa. En la situación de los niños que trabajan, los trabajadores jornaleros, los estudiantes excluidos, los ancianos ex braceros, la comunidad LGBT, las víctimas de la delincuencia organizada, por decir algunos casos, la Comisión ha sido omisa. Al igual que la CNDH, que debería ser ella la que diera acompañamiento a los padres de los normalistas desaparecidos, no lo hace. Quien lo está haciendo es el Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez. Es decir, el mismo signo de la omisión.
Con la extensión del concepto de “Derechos Humanos”, que ya no es sólo la violación de las garantías individuales, sino se incluyen los llamados Derechos sociales (como educación, salud, trabajo y seguridad social), los derechos políticos (ejercicio de las libertades), y derechos ambientales, las tareas de cualquier organismo de defensa de derechos humanos se amplían considerablemente. Pero no hay capacidades institucionales para poder hacerle frente a tamaño reto. Se requiere redimensionar completamente todas las funciones y la estructura de la CEDHZ. Además, con la modificación del artículo primero de la Constitución junto a la reforma de la Ley de Amparo, las posibilidades de acción también se extienden considerablemente. Tal vez, la oportunidad para llevar a cabo la modificación completa de la Comisión sea en el prometido Programa Estatal de Derechos Humanos para Zacatecas. Se han levantado expectativas en el mismo, porque es una buena oportunidad para mejorar la actual situación de la defensa de los Derechos en la entidad. Pero así como hay expectativas, también existen dudas, ya que la propuesta saldrá del interior del Poder Ejecutivo; sin embargo, no podemos juzgar hasta conocer la propuesta que se presentará en las próximas semanas. Requerimos un salto cualitativo en el tema: investigación, seguimiento, evaluación de política, participación y calidad de recomendación. Estamos a la espera.