18.6 C
Zacatecas
martes, 13 mayo, 2025
spot_img

Entre la catástrofe del cambio climático en curso y el proyecto de autoinstitución de la sociedad (Parte 1/2)

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RICARDO BERMEO •

Fiasco, es la palabra que nos viene a la mente,  para tratar de sintetizar  los resultados de la  Cumbre del Cambio Climático en París -COP21-. La misma palabra, con que el escritor  Stanislaw Lem,   tituló su gran novela de ciencia ficción  (Fiasco) cuyo  final transcurre mientras   los protagonistas  -procedentes del planeta tierra-  esperan   la hecatombe que destruirá  la  vida  de aquel otro planeta.

- Publicidad -

Fiasco: es una palabra  que nos ayuda a pintar negro sobre blanco,  tanto la magnitud de la tragedia -desde el punto de vista de la humanidad-  a la que el cambio climático, de claro origen antropogénico, nos lanza, por lo demás, a una creciente  velocidad, donde juegan vectores aún difíciles de calcular, como las emisiones de gas metano, producto del deshielo polar. Como también,   por el otro lado, nos permite mostrar la “inanidad”  de las políticas definidas en la COP21, por los “tomadores de decisiones”,  para usar ese horrible término, con que se encubren  a las in-educables  e incorregibles   élites (¿el  1%?), enfrascadas -a nivel global- en una lucha por incrementar y/o mantener el poder que detentan, lo que nos aboca   -sin apenas tocar baranda-  hacia  escenarios terroríficos  (¿al 99%?) donde, los primeros  afectados son  los más desfavorecidos.

Siguiendo la interpretación de la organización de Amigos de la Tierra, los acuerdos no contemplan, entre otros: la falta de reconocimiento para no aumentar la temperatura por debajo de  1,5ºC. También, es relevante, que no se hagan  referencias explícitas  al conjunto de  medidas concretas  para mantener la temperatura por debajo de ese umbral.  Además, se excluye la mención directa de las  herramientas necesarias para lograr ese objetivo, entre ellas la “descarbonización” de la economía -reduciendo las emisiones de CO2-, omitiendo establecer un horizonte temporal para reducir  las emisiones a cero, etc.   En cuanto a la financiación, que se encuentra presente en los acuerdos, si bien se establecen compromisos explícitos,   se trata de la administración a cuentagotas de pequeñas cantidades de dinero de los países más ricos y principales responsables del cambio climático por la cantidad de emisiones emitidas por sus economías y sociedades consumistas, hacia los países más pobres.

En fin, a reserva de los análisis más pormenorizados y precisos a elaborar  después de este sábado 12 de diciembre, una vez que se haga  público el Acuerdo definitivo de la  COP21 (que sustituye a los Protocolos de Kioto),  todo permite anticipar que estamos -una vez más-  frente  a un fiasco, cuyas consecuencias  son equivalentes –ahora en “cámara -un poco más- lenta”-  al sentido del  final de la novela de Stanislaw Lem. Bien resumido en los títulos de diversos artículos aparecidos en los últimos días.  El de Maxime Combe, en su texto sobre el  “El comercio internacional deberá proseguir sin obstáculos, incluso en un planeta muerto” – O el titulo elocuente de este otro artículo de Enric Llopis,  “La Cumbre del Clima entre la represión y la amenaza de “colapso”, entre muchos otros.

La gran bifurcación señalada (parte1/1), entre, por un lado, los Estados policiacos/autoritarios/mediáticos/, etc., formas de totalitarismo al revés, con que se recurrirá a una salvación, impuesta desde arriba,  unidimensionalmente tecnológica. Se trata de un “camino sin salida”, que pesará de manera  insostenible, en breve tiempo. Es vital, rechazar estas creaciones políticas/social/históricas -perversas-.

El otro escenario –antinómico-: se trata de una alternativa, fruto del debate y experimentación social/política, (para no introducir aquí la larga duración), sintetizada  en el twitter del epígrafe de Amigos de la Tierra. Desde esa misma perspectiva, una vez que los Estados han demostrado -en definitiva- ser parte del problema, más que de su solución, son los movimientos ciudadanos “desde abajo”, los que deben emprender la gran transición: del modelo de consumo, mediante el decrecimiento y la economía circular sin residuos; de la producción de energía, mediante su democratización radical; de la alimentación, mediante la agricultura sostenible.

Es utópico esperar una mágica –imposible- solución “desde arriba”. Debemos sortear la parálisis a que puede conducirnos una laxa interpretación del verso de Hölderlin, “Ahí donde crece el peligro crece la salvación”,  o del ideograma del I Ching,  “crisis significa oportunidad”. Mejor, reinterpretándolos, relancemos la urgencia y el apremio a la acción, repensando la frase de Castoriadis, “Nadie podría salvar a la humanidad de su propia locura, -o del suicidio-“.

El cambio climático, solo puede resolverse  reinventando nuestras formas de comprender y de hacer política. Construir “desde abajo” una “sociedad en movimiento”, autoinstituyente, profundamente creativa. En tal horizonte necesitamos, trascender la estrecha visión estadocéntrica, asumiendo la revolución energética, apuntando a reorganizar  Zacatecas… en el amor del tiempo. ■

 

Ver: https://www.youtube.com/watch?v=0Om1Wr8qK7k&feature=youtu.be

https://www.facebook.com/coordinadorazacatecana.caravananacional

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -