Hay un indescriptible placer, sádico, criminal, por perpetuarle. Cada seis años, desde hace ya muchas décadas se retuerce de gozo, impune. Satisfecho de depredar cuánto pueda y quiera; permitido o prohibido. Legal no: siempre ilegal y abundante. Le importa un sereno cacahuate a quien joda, lastime, despoje. Él y sus hordas a lo que van: el atraco, la atrocidad cruenta, no importa cuánto: hermanos incómodos, partidas ya ni tan secretas, grandes empresas para los amigos, colinas para perros, ferrocarriles pa’ mis cuates, mineras pa’ mis socios, ranchos para mis tepocatas, fraccionamientos para entenados, cuentas bancarias en jauja, crímenes por todo el territorio todavía nacional, en caliente, y hasta casas blancas enchapopotadas. Y transnacionales. Un inventario atroz inenarrable, casi infinito, casi criminalmente perfecto. Abarca prácticamente todo el territorio nacional y su ignominiosa duración presenta un “nuevo espectáculo” cada seis años. El ciclo infernal, se le conoce. Usted puede gozarle y ser partícipe viendo la tele en “cadena nacional”.
Luego cada tres años resurge para refrescársela a todos y cada uno de los más de sesenta millones de crédulos mayorcitos de edad; no de consciencia. Repta como boa constrictor para engullir todo a su paso. Y constriñe, aprieta, asfixia, ahoga a millones. Hay veces que tiene forma de marabunta ponzoñosa: alacrán volador, tarántula cuello blanco, bichos alelados, arrastrados gusanos trajeados, saltapatras encorbatado, levantapatas asssórdenes jefe, parásitos encurulados, ratas de dos patas pero siempre andan en cuatro, uniformados o sin uniforme hieden a lo más bajo del drenaje profundo; es la fauna nítida de un régimen plagado de crueldad y engaños. La farsa. Se pinta divinamente como “democracia” pero en realidad es la dictadura del terror, la depravación y depredación de un “estado y gobiernos” rebosantes de crueldad; se disfraza de caperucita roja y detrás del traje trae los colmillos ensangrentados.
El ciclo ritual de los seis y tres años, respectivamente, para ocultar sus verdaderas fauces: la dictadura del horror. Lucen cual tablajeros –últimamente los fines de semana, como lo hacen los grandes teatros- manteles manchados de sus “chambas”. Tiene mil rostros. Unos le llaman democracia. (Prohibido carcajearse). Otros le identifican como sistema político. Fétido ¿qué hiede y hiere? Pos que ni qué. Le reconocen como Oligarquía. Olinarquía. Caquistocracia. Plutocracia (con ele, cónstese). Capitalismo cruento. Partidocracia cleptómana. Vendepatrias. Mega emporios industriales plagados de ilegalidades. Pri-cámbrico trácala, corrupto, ladrón históricamente, son sus pedigrís. Porque tiene hartos más. O sus símiles arrepujados y cómplices. Hasta uno tiene siglas bíblicas: PAN. Franquicias no del todo sabidas. Esencialmente tan podrido y cruentamente criminal como su carnal dinosaurio. Los Muerdes que brillan por cínicos, desvergonzados violadores de toda norma y legalidad y que van a “legislar” en la casa de los violadores constitucionales. ¿Cómo ves? Hay otro de más reciente arrepujamiento que trae el sello de origen de la casa al Sol. Chucho, pa’ los cuates. Entre otros… Telecracia.
Es otro nombre de esta caterva de apoltronados que a fuego, fusil y machete han creado las indelebles marcas de sus productos para la posteridad. Por supuesto mantienen secuestrado el Patrimonio Nacional del Espectro radioeléctrico para sus muy suyos bussiness. ¿Nombres para la posteridad?: Tlatelolco, Plaza de las Tres Culturas, 10 de Junio, Acteal, Atenco, el Bosque, Aguas Blancas, Tlatlaya, Tanhuato, Apatzingán, Salvarcar, San Fernando, Ayotzinapa, Tlapa de Comonfort. Que son pocos, pocos registros de su actuar cíclico interminable. Recién en Brasil crearon una aproximación certera a su ontos político que distingue una parte de sus mil formas y modos: “vergüenza de la Humanidad”. No tratemos en este apretado “México cruel” de los más de ¡¡510 mil millones de pesos!! De la deuda pública que nadie, absolutamente nadie, sabe a los bolsillos de quienes de éstos fueron a parar. Fobaproa menos. Ni pretendamos conocer la riqueza en dinero, bienes, terrenos, empresas, lavanderías, trasiegos, tallados, enjuagues bancarios, fiduciarios, financieros, paraísos fiscales entre otras muchas más ramas de la actividad “económica paralela” que estas linduras de políticos-empresarios-mercenarios-vendepatrias-traidores tienen en sus haberes, por fis.
De lo que poca duda hay es de que la intensidad y crueldad con la que saquean los bienes de la nación, cíclicamente, producen sufrimiento a miles, a millones de personas en este país, México, en prácticamente todas las localidades, rancherías, sierras, selvas, litorales, colonias, barrios, capitales, calles y ciudades de una ignominia e infamia cruentas. ¿Por cuál cruel verdugo votaste? ■
