Norma Julieta del Río Venegas, ex comisionada del INAI (Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales), ofreció un testimonio detallado y crítico sobre el proceso de transición del instituto hacia una nueva etapa, ahora bajo la conducción de la Secretaría de Anticorrupción, antes Secretaría de la Función Pública.
Con una amplia experiencia en temas de transparencia y rendición de cuentas, compartió no solo los aspectos administrativos de su salida, sino también sus reflexiones personales, los retos enfrentados, los logros alcanzados y su visión sobre el futuro del derecho de acceso a la información en el país.
Del Río Venegas confirmó que el pasado viernes concluyó formalmente su etapa como comisionada del INAI, aunque legalmente el plazo establecido para la entrega final era el 13 de mayo. Incluso mencionó, fue la primera comisionada en cumplir con el proceso completo de entrega, que implicaba la validación del Órgano Interno de Control y la Secretaría de Anticorrupción.
Destacó que el proceso de entrega fue particularmente complejo debido a la magnitud operativa de la PNT, la cual sigue funcionando y será absorbida por la estructura de la nueva Secretaría. De hecho, permanecerá parcialmente en el antiguo edificio del INAI, en un piso designado específicamente para la dirección de la Plataforma, ahora bajo el mando de una nueva figura técnica.
La Secretaría, encabezada por Raquel Buenrostro, designó a María Tanivet Ramos Reyes como titular del nuevo organismo desconcentrado «Transparencia para el Pueblo», encargada principalmente de resolver recursos de revisión en materia de acceso a la información.
Julieta explicó que Tanivet tiene experiencia previa como comisionada en Oaxaca y cuenta con un perfil político-familiar ligado al PRD, lo que podría significar cierto conocimiento operativo, aunque el peso estratégico recaerá en Buenrostro.
Por otro lado, respecto a su exposición de preocupaciones en torno al acceso a la información tras la reestructuración institucional, Del Río Venegas celebró que no se haya aprobado la exigencia de presentar identificación para realizar solicitudes de información, lo que hubiera significado una regresión en materia de derechos ciudadanos.
No obstante, alertó sobre un concepto ambiguo y peligroso que ha sido introducido: la posibilidad de reservar información si su publicación “altera la paz social”. Este criterio, según dijo, podría permitir a las dependencias federales negar información alegando razones subjetivas o imprecisas, afectando proyectos sensibles o de interés público.
Asimismo, recordó que durante su gestión resolvió más de 18 mil recursos de revisión, superando por mucho a otros comisionados de periodos más largos. Destacó la creación de un Centro de Atención a la Sociedad Virtual y reiteró su papel propositivo, al haber planteado desde su llegada la necesidad de una reingeniería estructural del INAI, que nunca se concretó.
Criticó además las prácticas de privilegio y corrupción dentro del instituto, como el uso exclusivo de elevadores por parte de comisionados y presuntos cobros ilegales a empleados por mantener sus empleos. Denunció estos hechos ante la Auditoría Superior de la Federación, la cual le dio la razón en su revisión de la cuenta pública. Más de 600 testimonios confirmaron irregularidades, lo cual, según ella, contribuyó al desprestigio del instituto.
Ahora fuera del INAI, se encuentra inmersa en la promoción de su libro Luz en la sombra. “Mi camino por la transparencia del INAI”, en el que relata su experiencia institucional y la importancia social del derecho de acceso a la información. Resaltó cómo detrás de cada solicitud había personas esperando respuestas clave: periodistas, estudiantes, amas de casa.
Con este libro, que comenzó a escribir en 2023 con apoyo editorial de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), está desarrollando una gira nacional e internacional que la llevará a Bogotá, Colombia (Universidad de los Andes), así como a diversas ciudades mexicanas, incluida Guadalajara y municipios de Zacatecas.
En el plano político, confirmó que ha habido conversaciones con el gobernador de Zacatecas, quien le ha ofrecido incorporarse a su administración una vez concluida su etapa en el INAI. Sin embargo, fue enfática en que no asumiría una contraloría, ya que implicaría entrar en una estructura fiscalizadora sin conocer su operación interna de los últimos cuatro años, lo cual sería arriesgado tanto legal como profesionalmente.
Dijo que solo aceptaría un cargo en el que pudiera aportar de forma efectiva, posiblemente en una coordinación de planeación o una secretaría con perfil técnico, pero sin comprometer su integridad ni su trayectoria.
Julieta del Río Venegas se va del INAI con una mezcla de satisfacción y pesar. Por un lado, siente que logró acercar el instituto a la gente, propuso reformas, resolvió miles de recursos y denunció prácticas indebidas. Por otro, lamenta que la falta de voluntad para una verdadera reingeniería interna y la campaña de desinformación desde 2018 contribuyeran al debilitamiento del organismo.
Cerró con un mensaje de esperanza, confiando en que su legado continúe y que las nuevas autoridades den prioridad al derecho a saber. Su apuesta por una administración transparente y cercana a la ciudadanía no terminó con su cargo: sigue viva en su discurso, en sus acciones y en su libro.