El confinamiento durante los últimos años provocó efectos negativos entre los jóvenes universitarios, desde situaciones relacionadas con la salud mental, hasta la obesidad y el sobrepeso, informó Tania Villa Reyes, integrante del área de Vigilancia Epidemiológica para la emergencia por Covid-19, de la Secretaría de Salud federal.
Durante la conferencia “Vulnerabilidades en Jóvenes Universitarios”, impartida en el marco del Congreso Internacional de Docencia, Investigación y Vinculación, organizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), refirió que el confinamiento fue una medida que pretendió evitar la transmisión del virus, pero el hecho de que las personas permanecieron en casa derivó en el cambio de hábitos.
“Los hábitos de alimentación y de movimiento fueron diferentes, y en el caso de las personas que estuvieron pegadas a las tecnologías de la información, incrementaron el sobrepeso y la obesidad”, dijo.
Unicef reportó un
aumento de ansiedad
en adolescentes de 38%,
y en depresión, 15%
Precisó que en México todavía no hay una evaluación en este sentido, pero la Unicef ya estudió el impacto que ha tenido la salud mental en adolescentes y se reportó un aumento considerable de sintomatología de ansiedad, en 38 por ciento, y en depresión, 15 por ciento.
Villa Reyes indicó que estos indicadores deben servir para crear nuevas estrategias que ayuden a que la población fortalezca estos aspectos y generar programas que ayuden a restaurar la salud mental.
Comentó que, en el proceso educativo, las tecnologías ayudaron a que hubiese acercamiento entre docentes y estudiantes, pero el problema reside en que puede haber un empleo inadecuado de estas tecnologías y tener una condición nociva dentro de la salud mental, principalmente en los jóvenes.
“El hecho de que exista ese abuso de alguna manera también genera cambios de conducta y patrones que tienen que ver con otras cuestiones como el sueño, que haya una sobreinformación que no se sepa canalizar y el uso de pantallas con luz azul que afecta el descanso”.
Villa Reyes manifestó que el hecho de que haya redes sociales, Internet, aplicaciones digitales, etcétera, no significa que la información pueda ser absorbida de manera correcta, por lo que puede ocasionar trastornos que no se pueden sobrellevar en los jóvenes.
Es decir, “más allá de que tengamos más o menos casos de Covid-19, la consecuencia del confinamiento es el cambio de todos estos patrones de conducta”, concluyó la especialista de la Secretaría de Salud.
