Claudia Sheinbaum ha nombrado a su próximo gabinete inicial para el siguiente sexenio, algunos perfiles la han acompañado en el gobierno de la Ciudad de México y con otros, habrá que esperar a ver su desempeño para poder emitir un juicio. El caso de la Secretaría de Educación es uno de los últimos casos.
Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de Morena, político con amplia experiencia como conciliador y operador, será el encargado de consolidar la Nueva Escuela Mexicana y la difícil tarea de dialogar con los sindicatos educativos, razón por la cual, quizá fue puesto en dicha secretaría.
Si nos centramos en la política de educación superior, tras lo dicho por la Dra. Sheinbaum, lamentablemente, no espero muchos cambios a la visión que tiene el actual presidente. Las universidades públicas no serán acompañantes en lo que el gobierno entrante llama “Prosperidad Compartida”, ya que la prioridad a nivel superior es apoyar la creación de un sistema nacional con las universidades Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud.
Similar a la política de creación de un sistema nacional de educación superior del sexenio actual, mediante las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, la doctora Sheinbaum ha mencionado que su prioridad es llevar a las universidades que creó en la Ciudad de México a todo el territorio nacional, para ayudar a satisfacer la demanda de espacios educativos, que las universidades estatales no pueden cubrir.
En declaraciones sobre el apoyo a las universidades estatales, se hace evidente la continuidad discursiva sobre la austeridad y la rendición de cuentas, exigencia que se ha mantenido este sexenio sin ver una política clara de apoyo a la educación superior pública estatal.
La ambigüedad discursiva de la 4T sobre la educación superior hace vislumbrar un panorama complicado para universidades como la UAZ, que se vieron involucradas en el pasado en casos como la estafa maestra y que tiene un déficit presupuestal que la ha mantenido en una crisis financiera importante.
Si bien hay que reconocer los errores del pasado dentro de nuestra universidad, también hay que reconocer que se han hecho esfuerzos por aprovechar los recursos de forma responsable y que tanto el gobierno estatal como el federal, han mantenido presupuestos inerciales que en nada han cambiado la situación financiera de nuestra máxima casa de estudios, que abre sus aulas a una juventud en un contexto social complicado, como lo es en Zacatecas, con poco desarrollo económico, y que hace que otras vías no licitas, se presenten como atractivas para alcanzar un mínimo de bienestar.
Está por empezar un nuevo sexenio, espero que la visión de crear nueva burocracia, nuevas instituciones, nuevos compromisos con las universidades nacionales propuestas, no sean un obstáculo para apoyar a las universidades estatales que tanto les han dado a los jóvenes de nuestro país, aunque haya experiencias grises, las instituciones se deben a sus jóvenes y ellos deberían ser la prioridad, encontremos soluciones.