La Gualdra 593 / Libros / Filosofía
Una obra aporta muchas cosas, en todo caso cada lector rehace el texto desde sus propios intereses y expectativas. La importancia de la obra Anhelos de destrucción de Francisco Pamplona, desde mi perspectiva, claro está, reside en que recupera el diálogo tenso e intenso entre humanidades, literatura y ciencias sociales a partir de los conflictos y las transformaciones de la cultura contemporánea. Si obra abre un diálogo necesario entre ciencia, pensamiento y arte en un mundo intelectual marcado por las exclusiones y la cerrazón doctrinaria. En tiempos de crisis de la crítica la búsqueda de un mirador casi externo o un punto de fuga que permita una relectura desde los bordes de una exterioridad abona una comprensión enriquecida de las cosas, y justo esto propicia el umbral entre disciplinas y saberes heterogéneos. En un medio académico esclerotizado, parcelado en feudos disciplinares, contribuir al diálogo auténtico intelectual inter y transdiciplinario no es poca cosa.
El libro habla de los temas y problemas centrales del siglo XX y la debacle de la modernidad capitalista: poder, violencia, destrucción del mundo, imágenes del mal, biopolítica, genocidio, muerte y barbarie. Las repeticiones del libro se pueden entender como variaciones sobre los mismos temas y problemas desde otros autores y otras ideas. Pamplona está en todo momento ocupado y preocupado porque la reflexión teórica pueda dar cuenta del presente, mostrar un mapa dinámico, pero también, en abrir alternativas frente a la crisis existente. Lejos del derrotismo, asume la crítica como transvaloración del orden establecido. De ahí su afirmación de que:
Con respecto a las posibilidades de una cultura mejor, hecha a la medida de las necesidades humanas, la fórmula que Antonio Gramsci tomó, por cierto, de Romain Rolland siempre es memorable: pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad (188).
Su caja de herramientas se podría ubicar a partir de marxistas heterodoxos como Karel Kosík, Theodor Adorno, Walter Benjamin, Jürgen Habermas, Marx mismo claro está, entre otros, incluyendo grandes pensadores escritores como Canetti, Cioran, Bataille, Blanchot, Foucault. Al respecto, un pensador reaccionario como Emil Cioran permite repensar los temas de la historia, la utopía, el progreso y la modernidad capitalista desde sus márgenes y umbrales, desde lo no-pensado que está ahí como núcleo forcluido del pensamiento moderno y sus narrativas progresistas.
Sigmund Freud y Norbert Elías catapultan ideas-fuerza para agenciarse una caja de herramientas muy potente que posibilita cartografiar los malestares de la cultura presente. El autor utiliza la teoría para ir elaborando un mapa de la actualidad desde los vasos comunicantes entre texto, contexto, interpretación-recepción. Más allá del resultado, es loable intentar hacer hablar a la teoría la actualidad innombrable.
Asimismo pone en juego a escritores pensadores como Octavio Paz, Franz Kafka, Paul Celan, Calvino, Mandelstam, entre otros. Destacar la dimensión cognoscitiva de la literatura es un quehacer fundamental. Los poetas son grandes videntes y su lucidez clarividente no es retórica vacía, sino metáforas cognoscitivas poderosas con implicaciones diversas: políticas, estéticas, éticas, sociales, imaginarias.
La obra tiene un carácter decididamente ensayístico y fragmentario, sus luminosas reflexiones invitan al lector a generar sus propias derivas, lejos de concluir el diálogo, apenas lo inicia. Al respecto sus reflexiones fragmentarias sobre Deleuze, Derrida y Blanchot, entre otros, quedan apenas sugeridas y se echa de menos un desarrollo pormenorizado, pero quizá así sea el arte ensayístico: una probadita de manjares exquisitos sin saciarnos nunca del todo. Su escritura amena y transparente se agradece en tiempos de “papers” ilegibles. Profesor, investigador, poeta, filósofo diletante, Francisco Pamplona es un gran conversador, amante de los detalles y las sutilezas. Su herencia marxista crítica no impide ver el presente desde la emergencia de configuraciones nacientes. De ahí que haga suyas las palabras de Kosik de proseguir la iniciativa de fundar un mundo en el que la gente pueda habitar poética y democráticamente. Poesía y política bien podrían desplegar otra praxis humana más creativa, libre, justa y solidaria. Es una relectura de Heidegger pero con los anteojos de Kosik, Castoriadis y Axelos. Poesía y pensamiento tejen y entretejen anhelos de destrucción y creación, ambos polos se interfecundan y y procrean otro pensamiento sintiente práctico, pragmático y estratégico, en suma, Pamplona abona en la creación de un pensamiento crítico plural, su obra da cuenta de una búsqueda que atraviesa nuestro horizonte contemporáneo.
En las ruinas de la vieja cultura académica sectaria y unidisciplinar, tradición intelectual que aún se mantiene en estado zombi, laten anhelos de destrucción del orden crepuscular y otea el alba de otro nuevo (des)orden naciente seminal. La destrucción de lo viejo da paso al advenimiento de una nueva cultura y de otro pensamiento. Enhorabuena por la aportación y la provocación de Francisco Pamplona.
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Pamplona, Francisco, Anhelos de Destrucción. Reflexiones sobre poder, violencia y cultura, Guadalajara, Pollo Blanco 2020.