Chilpancingo, Gro., Viudas y sobrevivientes de la masacre de El Charco, perpetrada por elementos del Ejército Mexicano el 7 de junio de 1998, exigieron justicia a las autoridades federales y castigo a los responsables de asesinar a 10 indígenas y un alumno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la cancha de la primaria Caritino Maldonado Pérez, de esa comunidad, en la Costa Chica de Guerrero.
El obispo emérito de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, que forma parte de la asociación civil Red Solidaria Década contra la Impunidad, calificó de sinvergüenzas a las fuerzas castrenses y al gobierno, y los responsabilizó de la matanza.
Los pobladores marcharon por el pueblo y luego realizaron un acto político en el cual Éricka Zamora Pardo, sobreviviente de la masacre expresó: “seguimos denunciando que los militares ejecutaron a los compañeros que sólo buscaban una vida digna con mejores condiciones.
Tras 27 años recordamos a Onorio García Lorenzo, Mauro González Castro, Mario Chávez García, Fidencio Morales Castro, José Rivera, Zeferino Damián, Fernando Félix Guadalupe, Daniel Jiménez, Manuel Francisco Prisciliano y Apolonio Jiménez García, y al compañero estudiante de la UNAM, Ricardo Zavala
, dijo.
En su discurso, Zamora Pardo demandó al Estado atender a estas regiones donde se organizaron para tener una vida digna; el sueño de aquellos años era el municipio indígena ñuú savi, que hoy es realidad después de tantos años de lucha. Aún así, hay muchos obstáculos para que este pueblo avance, y sus autoridades puedan generar mejores condiciones
.
Agradeció a Vera López porque “hace 13 años vino aquí y se comprometió a llevar este crimen a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hoy esperamos el informe de fondo.
Gracias obispo por acompañarnos, caminar con nosotros y llevar el caso a la CIDH, y que pueda pasar a la Corte Internacional de Derechos Humanos, para que el Estado mexicano rinda cuentas por la matanza de nuestros compañeros y por las torturas de que fuimos objeto quienes sobrevivimos
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Vera López, en entrevista reclamó: no tienen vergüenza. En primer lugar, las autoridades de México, tenían que ser las que hicieran justicia en este caso
.
Creo que en la CIDH sí van a dar una solución; he visto lo que han hecho; yo soy de los que da seguimiento. La sinvergüenzada está en el gobierno mexicano, que ni siquiera puso atención en este caso, porque eso fue un crimen del Ejército, y eso es una vergüenza, de nosotros también
, reprobó.