El Gobierno de México emitió la declaratoria como Zona de Monumentos Históricos de 105 hectáreas de la ciudad de Zacatecas, en la que se encuentran 169 manzanas con 827 edificaciones y elementos urbanos de los siglos 16 al 19, ejemplos del barroco y del neoclásico, con fachadas en cantera rosa, pero también de arquitectura vernácula de adobe.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), esta declaratoria era una deuda pendiente desde la década de 1990, ya que Zacatecas era la única ciudad inscrita en Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que no tenía decreto federal.
El decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación declara de utilidad pública la investigación, protección, conservación, restauración y recuperación de los monumentos históricos y de las Zonas de Monumentos que forman parte del patrimonio cultural de la nación, por lo que debe preservarse el legado existente en la ciudad de Zacatecas.
En la exposición de motivos refiere que la ciudad de Zacatecas se ubica en una cañada, la cual se labró por el cauce del arroyo de la Plata, a las faldas del cerro de la Bufa, que a su vez está en el extremo suroeste de la sierra de Zacatecas, dentro de la provincia fisiográfica de la Mesa Central.
Expone que la presencia hispánica comenzó el 8 de septiembre de 1546 con el descubrimiento de yacimientos de plata por parte de una expedición proveniente de Guadalajara, en la Nueva Galicia, al mando de Juan de Tolosa; éste fue el descubrimiento más importante de vetas argentíferas en la Nueva España. Posteriormente en virtud de la relevancia y prestigio que había adquirido el asentamiento, el Rey Felipe II le otorgó el título de ciudad el 17 de octubre de 1585, posteriormente, en 1588, a ese título, el rey y su Consejo de Indias le agregaron el de «muy noble y leal» y le otorgaron escudo de armas.
Detalla que la influencia económica de la plata y la riqueza de las minas de Zacatecas impulsaron la apertura de caminos que la unieron con la Ciudad de México, con el mercado del norte y las alejadas regiones sureñas, lo que contribuyó a la creación de una vía de comunicación que atravesó todo el centro de la Nueva España, conocida como el Camino Real de Tierra Adentro. A finales del siglo 17, la ciudad era el centro de la actividad económica del septentrión y la base para la exploración, conquista, evangelización y colonización en esa zona vital de las posesiones españolas.
Asimismo, en vísperas de la consumación de la Independencia, la provincia zacatecana rechazó el Plan de Iguala; avaló los Tratados de Córdoba (que defendían los derechos de los pueblos), la Constitución de Cádiz, y posteriormente se sumó al Acta de Casa Mata; durante los años de la Guerra de Reforma, Jesús González Ortega logró mantener un alto grado de cohesión entre las facciones liberales, lo que permitió a Zacatecas contribuir decisivamente al triunfo de la causa liberal.
Por otra parte, en 1892 el zacatecano Genaro Codina escribió «La Marcha de Zacatecas» que, por su aceptación y frecuente interpretación en actos oficiales, está considerada como el Segundo Himno Nacional Mexicano, así como el Himno Nacional de la Charrería Mexicana.
La declaratoria también menciona que, durante el Segundo Imperio Mexicano, los liberales zacatecanos organizaron la resistencia contra los franceses y los conservadores, logrando mantener el control del estado hasta febrero de 1864, cuando los invasores ocuparon la capital. Además, en 1866, Benito Juárez ordenó a Miguel Auza recuperar Zacatecas y establecer un gobierno provisional, ante estos hechos, los funcionarios y el ejército imperial huyeron hacia Aguascalientes.
En junio de 1913, durante la Revolución Mexicana, Francisco Villa se lanzó sobre la ciudad, con lo que logró el triunfo de la Batalla de Zacatecas, momento que marcó dos hechos históricos de vital importancia para México: uno, el rompimiento Carranza-Villa, el otro la derrota del ejército federal y del huertismo, y consecuentemente el triunfo del movimiento constitucionalista.
Por último, la declaración refiere que Zacatecas cuenta con dos inscripciones en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco; la primera fue otorgada en diciembre de 1993, donde se inscribió su Centro Histórico como Patrimonio de la Humanidad; posteriormente, en agosto de 2010, el Camino Real de Tierra Adentro fue enlistado como Patrimonio Mundial bajo la designación de itinerario cultural, a lo largo de su trayecto se insertan diversos sitios históricos entre los que se encuentra el Centro Histórico de la Ciudad de Zacatecas.
Por tanto, “las características específicas de la Zona de Monumentos Históricos, materia de este Decreto, así como la relación de espacios, estructura y entorno urbano, y su tipología arquitectónica, tal como hoy se conserva, son elocuente testimonio de excepcional valor para la historia social, política y artística de México”.