Con mucho asombro leí en días pasados las declaraciones del Delegado Federal de Semarnat en Zacatecas en las que afirmaba que nuestra entidad, no sufría de graves problemas ambientales y fundamentaba su dicho en que los ecosistemas son muy buenos y la industria no es tan grande. Dicho lo anterior, pensé que yo había despertado de algún coma o letargo psicodélico y que mis más 20 años de dedicación al tema ambiental habían sido tiempo perdido pues de pronto, el Rey Midas Ambiental había tocado con sus mágicas manos a los temas pendientes en la agenda de Zacatecas y éstos, habían sido resueltos por decreto o mandato divino. Entonces mi estimado Julio Nava, que pasó desde aquel entonces cuando nos trepábamos a las azoteas de los sitios aledaños a un antro con un decibelímetro que te prestaron en ingeniería con el fin de medir el sonido y la afectación a los vecinos; me preguntó si no aprendimos nada de cuando nos correteaban los ladrilleros mientras pretendíamos clausurar sus hornos encendidos o si olvidamos aquellas jornadas en las que nos sentábamos a reflexionar sobre lo mucho que quedaba por hacer en nuestro querido Zacatecas para lograr que el desarrollo sustentable fuera una realidad en beneficio de las presentes y futuras generaciones; ignoro si se resolvieron de golpe todos nuestros retos ambientales porque si así fue, las autoridades ambientales estatales y federales no tienen nada que hacer y están ejerciendo un recurso de operación innecesariamente, más ahora que la SAMA fue bendecida con un aumento de 300% de su presupuesto sin que hasta ahora se vea una sola acción positiva respecto al mejoramiento del ambiente.
En este contexto, me pregunto: ¿Será suficiente para Zacatecas reintroducir al perrito de las praderas o contar con un parque ecológico ante los graves problemas ambientales que prevalecen? Yo me respondo que no y lo fundamento con lo siguiente:
PRIMERO. ¿Qué le decimos a los niños que toman agua de charcos y bordos ante el agotamiento y contaminación de los recursos hídricos en el semidesierto zacatecano y que además se encuentran sumidos en la miseria, con una familia desarticulada por la ecomigración ante la ausencia de oportunidades de empleo y progreso? Recordemos el contenido del Principio 5 de la Declaración de Río de 1992 que señalaba que todos los estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sustentable a fin de reducir las disparidades en los niveles de vida y responder mejor a las necesidades de la mayoría de los pueblos del mundo.
SEGUNDO. ¿Qué le decimos a los pobladores que han sido víctimas intergeneracionales de la industria minera en los municipios de Vetagrande, Mazapil, Concepción del Oro y Noria de Ángeles entre otros?.
TERCERO. ¿Qué dirían en las comunidades de Nuevo Mercurio, Tanques de Guadalupe y la misma cabecera municipal de Noria de Ángeles cuando les digamos que todo está resuelto? Volverán a nacer sanos los niños que murieron con anencefalia o regresarán a su fertilidad las tierras adjuntas a las presas de jales.
CUARTO. Seguramente también se recargaron los mantos acuíferos y la sobreexplotación de los mismos ha sido superada, incluyendo la contaminación de arsénico y flúor que constituyen graves problemas para la salud humana.
QUINTO. Se ha intensificado algún mecanismo de información ambiental sobre los impactos del cambio climático en Zacatecas o acaso vivimos en una isla en donde tenemos la calidad de intocados, por lo que la seguridad alimentaria, el derecho humano al gua y al ambiente sano están plenamente garantizados para los zacatecanos.
SEXTO. Operan en la actualidad los instrumentos de planeación adecuados para conducirnos a escenarios equilibrados y ambientalmente sostenibles, por ejemplo: ¿Ya está en vigor el Programa Estatal de Procuración de Justicia Ambiental, el Programa Regional de Atención Oportuna frente a la Sequía, el Programa Hídrico del Estado, el Programa de Educación Ambiental Estratégica, el Programa Zacatecas de Adaptación al Cambio Climático, el Programa Regional de Superación de la Pobreza, el Programa Estatal de Protección al Ambiente?
Ante este cúmulo de asignaturas pendientes considero que hay muchas cosas por hacer en Zacatecas desde la trinchera ambiental, negar los problemas, ignorarlos o verlos con demasiado optimismo, generará que estos se agudicen, por lo que espero de corazón que cuando menos se sienten las bases adecuadas para trabajar con empeño y capacidad en futuras administraciones ya que en ésta, se pudo muy poco. Una verdadera lástima. ■
*Representante de Zacatecas ante el Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable