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jueves, 15 mayo, 2025
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‘Wolfwalkers’, de Tomm Moore y Ross Stewart

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Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 459 / Cine

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En Irlanda durante el siglo XVII, época donde reinan las supersticiones, existe la leyenda de los llamados wolfwalkers, personas con la habilidad para comunicarse con los lobos y de transformarse en uno durante las noches.

La acción toma lugar en un pequeño pueblo, resguardado tras una muralla que lo separa del bosque aledaño. Los habitantes de ese lugar son liderados por un tiránico lord inglés, que les ordena talar los árboles del bosque a fin de expandir los dominios del pueblo. Dicha deforestación provoca que una manada de lobos salga a defender su hogar, atacando a todo aquel que ponga un pie en el bosque.

En medio de este conflicto conocemos a Robyn (Honor Kneafsey), una joven inquieta que vive en el centro del pueblo en compañía de su padre (Sean Bean), un cazador de lobos. Cansada de estar atrapada en el tedio y la rutina de su hogar, Robyn busca seguir los pasos de su padre y convertirse en una valiente cazadora.

Un día, ignorando toda advertencia, Robyn decide aventurarse en el interior del bosque. Ahí conoce a Mebh (Eva Whittaker), una wolfwalker con quien entabla una profunda y sincera amistad. Pronto Robyn descubrirá que los lobos no son los terribles enemigos que ella imaginaba.

Esta es la premisa de Wolfwalkers (2020) película dirigida por Tomm Moore y Ross Stewart, es la más reciente producción de Cartoon Saloon, estudio responsable de grandes cintas de animación como The secret of kells (2009), Song of the sea (2014) y The breadwinner (2017).

Si bien a primera vista puede parecer que el filme entra en lugares comunes dentro del género de fantasía, eso no disminuye la potencia de su narración ni el alcance de su discurso. Este es, aprender a ver el mundo a través de los ojos del otro, aquel a quien consideramos ajeno o desconocido a nosotros.

Además de ser una enorme metáfora a la búsqueda de empatía en una era de intolerancia, el filme también elabora un relevante comentario sobre el cuidado al medio ambiente, que por momentos recuerda a las cintas de Studio Ghibli. Asimismo, es un relato que señala la importancia de una convivencia armoniosa con la naturaleza, que en ocasiones se pierde de vista por el avance de la civilización y el fanatismo religioso, pero donde al final la magia y las tradiciones prevalecen.

Dicha propuesta funciona gracias a la extraordinaria animación empleada en la cinta, cuyo arte -que evoca a las ilustraciones del antiguo folklore irlandés-, se encuentra en constante movimiento, mientras que el estilo y las tonalidades van cambiando de acuerdo a las acciones de los personajes y a sus estados de ánimo. Esta técnica vuelve tangible todos los pequeños detalles presentes en cada escena del filme, al mismo tiempo que recuerda el enorme impacto visual que puede transmitir la animación en 2D.

Desarrollado con suma madurez e ingenio, el mensaje que guarda Wolfwalkers tiene alcances universales, que resuena por igual en grandes y pequeños. Se trata de una fábula sobre el valor de la tolerancia y el respeto, que a su vez nos recuerda la importancia de no repetir los mismos errores del pasado, para así preservar el mundo que habitamos.

 

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_459

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