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sábado, 7 junio, 2025
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■ El gobierno de México confirió al arqueólogo el Premio Nacional de Artes y Literatura en el campo de la Historia, las Ciencias Sociales y la Filosofía

Ya tiene «la joya de la corona», pero López Luján aún busca ilusionado a los tlatoanis

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Por: La Jornada •

La biografía y trayectoria de Leonardo López Luján es un universo dedicado a la ciencia social, que oscila entre la arqueología, la investigación, la divulgación y la búsqueda persistente de los restos de algún tlatoani mexica, el cual es uno de los objetivos del Proyecto Templo Mayor, del que es director desde 1991.

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A los innumerables reconocimientos, galardones, doctorados honoris causa y nombramientos como el de Caballero de la Legión de Honor, en Francia, ahora obtuvo la joya de la corona, como definió el mismo arqueólogo al Premio Nacional de Artes y Literatura 2024, máxima distinción a la cual puede aspirar un científico social, el cual le fue conferido por el gobierno de México en el campo de la Historia, las Ciencias Sociales y la Filosofía, distinción que comparte con la antropóloga e historiadora María Teresa Rojas Rabiela.

En su oficina, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, junto a los vestigios del antiguo recinto sagrado de Tenochtitlan, López Luján recordó que están por cumplirse 20 años del hallazgo de la monumental escultura de Tlaltecuhtli, en 2026, pero que será hasta dos años después cuando echen la casa por la ventana, por los 50 años de la fundación del Proyecto Templo Mayor (PTM).

López Luján, en entrevista con La Jornada, dijo que aún no tiene fecha de entrega del Premio Nacional de Artes y Literatura, y agregó: “No soy el primer arqueólogo que lo recibe, pues en México se desarrolla esta especialidad de primer nivel y es apreciada en todo el mundo.

Este galardón antes lo obtuvieron Alfonso Caso, Ignacio Bernal, Román Piña Chan, Eduardo Matos Moctezuma y ahora me toca a mí. Se siente fuerte la lápida encima, pero además soy egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), de la cual hasta ahora somos 11 quienes nos hemos hecho acreedores a esta distinción, como Pablo González Casanova, Roger Bartra, Antonio García de León y Rodolfo Stavenhagen.

El doctor en arqueología por la Universidad París Nanterre, también trae en el ADN un amplio bagaje cultural, histórico y antropológico, pues es uno de los hijos del investigador Alfredo López Austin, quien obtuvo el mismo premio en 2020, cuya entrega se pospuso hasta 2022 debido a la pandemia. El académico no lo pudo recibir en vida, porque falleció en octubre de 2021; fue su viuda, Martha Rosario Luján, quien acudió a recibirlo en la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador.

Mi madre es su representante terrenal, dijo López Luján, quien también comentó que fue ella quien lo encauzó hacia la arqueología. Fue secretaria del antropólogo Ángel Palerm, pero sobre todo de Alberto Ruz Lhuillier, quien descubrió la tumba de Pakal II en Palenque, en 1952.

López Luján rememoró: Muchos años después de ese descubrimiento, mi mamá fue su secretaria (de Ruz) en el Centro de Estudios Mayas de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero cuando yo tenía ocho años, y mi hermano nueve, nos llevó a ayudar a don Alberto y a los investigadores para ganarnos unos centavos; hicimos el trabajo más espantoso que puede hacer un arqueólogo, que es lavar y marcar tepalcates; es decir, pedazos de cerámica de hace 500 o mil años, que sí son un tesoro, pero lo hacíamos por toneladas.

Importante estafeta

El multigalardonado investigador ha participado en excavaciones en sitios mayas clásicos, asentamientos preclásicos del centro de México y precerámicos de los andes ecuatorianos. Llegó al Templo Mayor el 7 de julio de 1980, y en 1991 tomé la estafeta de director del proyecto.

A 47 años de haberse fundado el PTM, continuó, los resultados son que ahora sabemos muchísimo más, sobre todo si tienes una línea muy definida de investigación y trabajas con un equipo multidisciplinario, que se renueva continuamente. Siempre están llegando jóvenes que ofrecen dinamismo, nos retroalimentamos y aprendemos de nuestros errores.

A la fecha llevamos más de mil 350 publicaciones, desde trabajo puro y duro de ciencia para especialistas hasta el producto, artículo, nota, libro de alta divulgación para el gran público; además, el PTM es un semillero de profesionales de alto nivel.

Ahora además de nuestra visión de la sociedad mexica, Tenochtitlan, capital del imperio y del Templo Mayor, su principal edificio, sabemos más que cuando inició mi maestro, Eduardo Matos Moctezuma, en 1978.

La respuesta de hasta cuándo vamos a excavar, es de aquí al infinito. Seguro se tomará el relevo generacional y seguiremos trabajando porque estamos en tierra santa. La Ciudad de México es como Estámbul, Jerusalén o Roma, porque es una capital inmensa, megalópolis moderna, con capitales imperiales abajo; entonces, donde claves el pico y la pala, donde hagas un hoyo vas a encontrar cosas. Todos los días salen verdaderos tesoros.

Sobre la escultura de Tlaltecuhtli, que descubrió el equipo de Álvaro Barrrera el 2 de octubre 2006, comentó que a casi 20 años de éste, el hallazgo es relevante, porque dio pie a múltiples investigaciones como la de buscar los restos de tlatoanis mexicas, entre otras excavaciones que se realizan en torno al recinto sagrado.

Hallamos ofrendas y más ofrendas; normalmente, son cajas que tienen plantas, minerales, animales, seres humanos y objetos culturales, todos estos son regalos que los mexicas enterraban para sus dioses, sobre todo a Tláloc y Huitzilopochtli, pero también a Tlaltecuhtli; desgraciadamente, esos presentes no llegaron a sus deidades, pero sí a los arqueólogos. Es emocionante, hallar en esos recipientes desde cocodrilos, jaguares, pumas y águilas; es decir, animales que no son de la región.

Puntualizó: Seguimos excavando en torno a la Tlatecuhtli; llevamos hasta ahora 221 ofrendas, y en el Museo del Templo Mayor se exponen los tesoros que han emergido del subsuelo, justo al pie de pirámide, donde hubo mucha actividad ritual.

De los restos de los emperadores también continúa la búsqueda, porque todas las fuentes históricas coinciden en que existen las cajas con restos de un rey, seguro por aquí, pero tal vez estén en otra estructura o un poquito más allá. No somos videntes, pero seguimos trabajando y buscando, porque no se nos ha quitado la intención ni la ilusión.

La obra de López Luján se ha traducido al inglés, francés, italiano, alemán, rumano, japonés y chino. Es autor de una veintena de libros y ensayos, así como de más de 260 capítulos y artículos. Entre sus libros destacan Las ofrendas del Templo Mayor de Tenochtitlan (1993); Escultura monumental mexica (2009), con Eduardo Matos Moctezuma, y Monte Sagrado-Templo Mayor (2009).

Entres sus numerosos galardones tiene el Shanghai Archaeology Forum Award 2015, de la Academia China de Ciencias Sociales; la Orden Nacional de la Legión de Honor 2023, del gobierno de Francia, y el doctorado honoris causa de la Universidad de Copenhague (2023), además de ser miembro de El Colegio Nacional desde 2019, donde coordina el ciclo de conferencias La arqueología hoy.

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