Con el transcurso del tiempo muchos acontecimientos que trascienden en una sociedad, se van interpretando de manera subjetiva y en algunas ocasiones se pierden datos importantes sobre sucesos que ya son historia, como ha sucedido con el 2 de octubre en Tlatelolco. Aunque mucho se ha estudiado y escrito sobre el tema, todavía existen dudas, por lo que es posible recurrir a alguna de las fuentes que permitan acercarnos lo más posible a la realidad, con el objeto de tratar de entender lo que ocurrió.
Una de las interpretaciones que a conveniencia se realiza en el presente sexenio, es la que se refiere al ejército. Además de todos los “obsequios” que se han otorgado, ahora se trata de exculpar y lavarle las manos de su participación en aquel triste día, que después de 55 años existe total impunidad.
En su texto “EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE MEXICO” (JULIO/DICIEMBRE DE 1968) Tomo 1 de Ediciones Era. Segunda edición en coedición 2008, que originalmente apareció en diciembre de 1969, páginas 386 y 387, Ramón Ramirez, quien fuera miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, señala lo siguiente:
México ha de registrar esta fecha como uno de los días más trágicamente memorables de su historia.
En la Plaza de las Tres Culturas se produce una masacre en la que fueron sacrificadas vidas de jóvenes, estudiantes, adultos, mujeres, ancianos y niños, heridos varios centenares de honrados ciudadanos y alrededor de dos millares de detenidos que a las pocas horas del horrendo tiroteo fueron distribuidos por las diversas prisiones de la ciudad, ya militares o civiles.
Algunas declaraciones:
A las pocas horas de producirse la sangrienta balacera en Tlatelolco, Plaza de las Tres Culturas, el secretario de la Defensa Nacional , general Marcelino García Barragán, en una conferencia de prensa -en la que estuvieron presentes el subsecretario, general de división Juan José Castélum; el oficial mayor, general Basilio Pérez Ortiz: el jefe del Estado Mayor, general Mario Ballesteros Prieto; el jefe de la Sección Segunda, general Alonso Aguirre Ramos y varios miembros más del Estado Mayor- declaró lo siguiente:
“El comandante responsable soy yo. No se decretará el estado de sitio; México es un país donde la libertad impera y seguirá imperando.
Hay militares y estudiantes muertos y heridos. Si aparecen más brotes de agitación actuaremos en la misma forma.
Los estudiantes heridos están en calidad de detenidos y se les consignará.
Hago un llama<do a los padres de familia para que controlen a sus hijos, con el fin de evitarnos la pena de lamentar muertes de ambas partes; creo que los padres van a atender el llamado que les hacemos”.
El Gral. García Barragán inició su conferencia indicando que “como era sabido durante la tarde… se realizaría un mitin y una manifestación a Santo Tomás en donde se pediría a las fuerzas del ejército desalojaran el Casco, por lo que se ordenó un dispositivo para evitar que del mitin fuera a ese lugar”.
Más adelante explicó que “el ejército había intervenido… en Tlatelolco a petición de la policía y para sofocar un tiroteo entre dos grupos de estudiantes”.
El titular de la Defensa Nacional “Aceptó que con este tipo de acciones se gana antipatía para el ejército, pero consideró que son más los mexicanos que están de acuerdo con las medidas tomadas por las fuerzas armadas, ya que la mayoría quiere paz y tranquilidad”.
“Afirmo no saber con exactitud si existen agitadores tras el movimiento estudiantil y que si lo supiera ya los hubiera detenido. Consideró que no se debe a soberbia el que los estudiantes persistan en su movimiento sino más bien a incomprensión de los jóvenes hacia las autoridades y aseguró que no continuarán este tipo de problemas porque el ejército los va a evitar”.
A su vez, el señor Fernando M. Garza, director de prensa y relaciones públicas de la Presidencia de la República, manifestó ante periodistas y corresponsales de la prensa extranjera que “la intervención de la autoridad… en la Plaza de las Tres Culturas acabó con el foco de agitación que ha provocado el problema”.
Otra de las aseveraciones que hizo el señor Fernando M. Garza fue: “Se garantiza la seguridad durante los Juegos Olímpicos. Hay y habrá vigilancia suficiente para evitar problemas”.
Por la mañana, el secretario de Gobernación, Lic. Luis Echeverría, al salir de su acuerdo con el Sr. Presidente y ser interrogado por los reporteros sobre el estado del problema estudiantil, concretamente al preguntarle: Existe la sensación que el movimiento ha entrado en una especie de tregua. ¿Es verdad?, respondió: “Yo estimo que con las explicaciones y contestaciones que el Sr, Presidente de la República dio el día 1o. de septiembre, se abrieron los caminos para la resolución tanto de los problemas expuestos en los 6 puntos, como de otros de gran trascendencia, y en la opinión de muchos grupos juveniles o de maestros universitarios que razonan o reflexionan, se puede ver algo más de lo que podría llamarse una tregua, o sea, un camino para la solución misma de los problemas”.