De sorpresiva visita, casi clandestina a Zacatecas, el sucesor de Elba Esther de la que no se sabe si la encarcelaron o la enviaron a un hospital, que bajo la sombra de ésta llegó al lugar en que está, no se mordió la lengua. A propósito de la reforma educativa y de la aprobación de sus leyes secundarias, reforma que es más administrativa y laboral que de educativa, entre otras cosas declaró que ésta “solamente impactará en las condiciones sindicales, de manera que afectará a todos aquellos maestros y funcionarios que han hecho de la comisión sindical una beca permanente” (La Jornada, Zacatecas, 4-09-2013). ¿Cuántos años tiene Juan Díaz de la Torre becado?, ¿cuántos cumplió ya como prófugo del gis? Se sabe que el jalisquillo bajo la sombra y tutela de la chiapaneca escaló desde la Secretaría general de una de las secciones sindicales de Jalisco, hasta llegar al CEN del SNTE. Sus trabajos ahí fueron ocupar algunas secretarias, cargarle el maletín a su jefa, firmarle cheques para ser derrochados por la que fue llamada la Hoffa mexicana, hasta fungir como su títere en el cargo de Secretario General del sindicato. Por lo menos debe tener con la beca desde que aquella fue ungida por Salinas, hace ya un cuarto de siglo. Y sigue tan campante en su nuevo papel de mediatizador del magisterio. Par eso lo impusieron, pues debió haber sido electo o ratificado por un Congreso extraordinario. Utilizando la estructura sindical existente, Díaz de la Torre bajo la consigna de mantener al magisterio controlado fue ungido en el cargo como el alfil peñista para aprobar la susodicha reforma y echarla andar.
Aunque se llena la boca diciendo que el sindicato seguirá defendiendo los derechos de los maestros, lo cierto es que con la aprobación de la Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD), el patrón llevará la voz cantante y será quien imponga las condiciones que a él le convienen. El SNTE anulado, ha sido borrado e irá dejando de tener vela en el entierro de la defensa de los derechos de sus agremiados. Por eso es que ahora sus burócratas hablan de impulsar un “sindicalismo de servicios”, entendiendo por esto, asumir tareas que le corresponden al gobierno que tienen que ver con la actualización y capacitación de los maestros. Así ocurrirá con el ingreso, permanencia y promoción y pago de estímulos a los maestros, empezando por los de nuevo ingreso. Los maestros noveles ingresaran vía examen de oposición y después de seis meses de prueba y demostrar eficiencia y no tener malas notas de comportamiento serán basificados. Sólo que su permanencia, definitividad estará condicionada a las sucesivas evaluaciones. Para los que están en servicio, si después de la tercera evaluación no pasan la prueba, serán separados de los grupos, direcciones o supervisiones. No serán despedidos, sólo evidenciados y una vez quemados se les dará una comisión ajena a la docencia o se le ofrecerá (inducirá o forzará) que opten por el retiro voluntario, sin tener derecho a defenderse. Con esto desaparece el derecho a la estabilidad en el empleo. Las nuevas leyes secundarias que normaran al los artículos 3 y 73 constitucionales, con un claro espíritu administrativo y burocráticas de suyo, al no tener un carácter retroactivo, perjudicará a los maestros. Todo en aras de una supuesta calidad educativa cuyos resultados de tener éxito, no podrá verse sino después de cierto tiempo. La nueva reforma se ha hecho para dar gusto a organismos internacionales foráneos que presionaron para su instrumentación. Los representantes de la iniciativa privada y demás agentes de los poderes facticos ya están frotándose las manos para clavarle el diente a los negocios de la evaluación, actualización y capacitación de los maestros que lo requieran. La reforma puede dar pie a que la brecha entre la escuela pública y la privada se siga ensanchando. La iniciativa privada que ve en la educación un negocio, no se conformará con lo ganado hasta ahora. Su siguiente objetivo será pugnar por que se les permita enseñar religión en las escuelas públicas.
Lo que se ha dado en llamar reforma educativa para la educación básica y media superior busca en el papel la calidad a partir de la evaluación, no de los contenidos y los aprendizajes, sino de los profesores. Esta evaluación llevará a la actualización y capacitación para que, según se dice, el oficio de enseñar se profesionalice. Eso está por verse. Por lo pronto, en la coyuntura braudeliana, aprobadas las leyes secundarias, en especial la LSPD que tiene que ver con la evaluación, la CNTE con Oaxaca a la cabeza continúa con la resistencia y ha iniciado lo que llama “insurgencia magisterial”. A la lucha se han incorporado maestros de otros estados. Dependiendo de la magnitud de la fuerza opositora dependerá si se incendia la pradera, o queda en chispas aisladas, meras llamaradas.