Este martes, la colectiva Zurciendo el Planeta inauguró en Zacatecas la exposición “Bosque de esperanza” que, a través de una instalación bordada de telas, así como diversos cursos y talleres, busca concientizar sobre el problema del cambio climático; la sede es el museo interactivo de ciencia Zig-zag.
Atenea Morales, directora del museo, comentó que esta es una iniciativa basada en el bordado “con un mensaje que es muy poderoso y que vale la pena difundir. El Bosque de Esperanza permanecerá hasta el 24 de julio”.
“Como parte del recorrido que se realiza aquí en el Zig-zag, la gente podrá visitar y ver este trabajo tan lindo y también abonar a que siga creciendo esta colección, esa es la intención”, expresó.
Por su parte, Carola Frías, integrante de la colectiva, comentó que la iniciativa surgió durante la pandemia, cuando un grupo de mujeres reflexionó sobre los daños causados al medio ambiente y definieron emprender un proyecto basado en el arte y la creatividad.
Según expuso, las expresiones artísticas son lienzos reutilizados en donde se plasmaron “árboles que representaban la conexión de las personas con el medio ambiente en el que se desarrollaron”.
El cambio climático
tiene solución si se
logran reducir los
gases de efecto
invernadero a la
mitad antes de 2030
“Eligieron un árbol que fuera importante para ellas e idearon un bosque, que cada una bordara un árbol y que lleváramos este mensaje de esperanza de que todavía podemos hacer muchas cosas y que actuáramos como bosques unidos. Es el mensaje de esperanza de que todavía podemos salvar nuestros ecosistemas”, dijo.
Frías expuso que cada uno de los bordados representa a una persona que decidió unirse y que quiere hacer algo para frenar el problema del cambio climático y que busca defender el ecosistema “así como los bosques que están unidos y que se apoyan”.
Por su parte, Hamurabi Gamboa Rosales, director del Consejo Zacatecano de Ciencia y Tecnología (Cozcyt), afirmó que el cambio climático tiene solución si se logran reducir los gases de efecto invernadero a la mitad antes de 2030, y si en 2050 se reduce a cero, entonces será reversible.
“Es ahí donde debemos ponernos manos a la obra todos y cada uno de nosotros para que logremos conservar el planeta y sigamos brindando a las futuras generaciones un porvenir aún mejor”, expresó.
