Nueva York. Un ex asesor de la campaña de Donald Trump infirió que su jefe obró de manera “ilegal” con los rusos, pero dijo que desafiará la orden judicial para declarar ante los investigadores. Se abrió una inusual disputa entre los dos líderes republicanos más poderosos por el tema de los aranceles, se realizó una cumbre en la Casa Blanca entre dos mandatarios bajo investigación por posible corrupción y una escort bielorrusa continuó ofreciendo información tentadora sobre los rusos y Trump -así se estrenó la semana en Washington.
Todo esto relegó a segundo plano movilizaciones de los dreamers y sus defensores en la capital y decenas de ciudades, con 87 arrestados en dos acciones de desobediencia civil en el Capitolio en Washington y otros 20 en Racine en Wisconsin al buscar bloquear las oficinas del líder de la mayoría republicana en la cámara baja, Paul Ryan.
Coreando “indocumentados y sin miedo” en inglés y español, demandaron una solución a la anulación de Trump del programa DACA que les otorgó legalización temporal y que estaba programado para caducar hoy. Sin embargo, recientes fallos de tribunales federales congelaron la orden para anular el programa por ahora y con ello la fecha de hoy ya no tenía el tinte de emergencia política, permitiendo al Congreso aplazar la necesidad de abordar el tema de momento.
Con ello, y una vez más, las demandas de los jóvenes -en este caso los que llegaron como menores de edad sin documentos- que cuentan con el apoyo de la mayoría abrumadora (hasta un 80 por ciento) de la opinión pública fueron ignoradas por los adultos de la cúpula política que continuaron con sus juegos y escándalos.
La cúpula está mucho más preocupada por una posible guerra comercial detonada por Trump con su anuncio de aranceles al acero y aluminio sin previo aviso a su propio equipo económico o legal y la mayoría de su gabinete, y hoy usó esta iniciativa para presionar -si no chantajear- a México y Canadá declarando por tuit que los aranceles al acero y aluminio solo serán retirados contra esos dos países “si un nuevo y justo acuerdo del TLCAN es firmado”.
Hoy el tema provocó una ruptura pública entre los dos republicanos más poderosos del país, cuando el presidente de la cámara baja Paul Ryan declaró que “estamos extremadamente preocupados por las consecuencias de una guerra comercial y estamos instando a la Casa Blanca a no avanzar con este plan”.
“¿Trump realmente cumplirá con su diatriba? Nadie lo sabe. Tal vez los adultos en su gobierno, si aún quedan algunos, encontrarán algunos objetos que brillan para distraerlo -digamos, ‘concesiones’ insignificantes de Canadá y México que lo convenciera que ha ganado en grande. Pero si realmente ocurre o no la guerra comercial, la muestra de ignorancia beligerante de Trump nos debería preocupar mucho”, comentó el economista Premio Nobel Paul Krugman en el New York Times.
Pero lo más extraño del día fue en torno de la investigación sobre la mano rusa en las elecciones estadunidenses cuando Sam Nunberg, un ex asesor del entonces candidato Trump, anunció que desafiará la orden del fiscal especial Robert Mueller de presentarse ante un gran jurado, y lo retó a “que me venga a arrestar”. Acusó que la investigación es “una cacería de brujas” y que él no está dispuesto a cooperar en algo que podría dañar al quien ha sido su protector, Roger Stone – amigo y asesor informal de Trump durante muchos años.
En una serie entrevistas seguidas con CNN, Washington Post, MSNBC entre otros, rechazó que Trump sea un “candidato manchuriano”, informó que si Trump no hubiera ganado la nominación republicana hubiera endosado a Hillary Clinton, y después de insistir en que no hubo colusión con los rusos, indicó: “Trump podría haber hecho algo durante la elección con los rusos” y agregando, en otra entrevista, que Trump “podría haber hecho algo ilegal… no lo sé…”.
Nunberg insistió en que él fue quien inventó para Trump lo del muro fronterizo y la prohibición contra los viajeros musulmanes, entre otras cosas. Fue despedido de la campaña en agosto de 2015 como resultado de una pugna interna y hoy recordó que Trump “me trato de mierda”, y confesó que “no hay nadie que lo odia más que yo”.
Mientras tanto, se realizó lo que podría calificarse pronto como una cumbre de corruptos en la Casa Blanca, donde Trump le ofreció una bienvenida muy cálida al primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel. Claro que no hubo mención de las tres investigaciones criminales por sobornos y otros actos de corrupción del mandatario israelí que han puesto su futuro en jaque ni la investigación en casa que aparentemente ahora incluye los negocios de Trump y sus familiares, sobre todo los de su yerno Jared Kushner -el encargado de lograr la paz en Medio Oriente. En lugar de eso, los dos líderes expresaron su mutua admiración y declararon que las relaciones entre sus dos países, y entre ellos, nunca han sido mas cercanas.
Para acabar, Anastasia Vashukevich, la escort bielorrusa vinculada a Oleg Deripaska -un oligarca ruso cercano a Vladimir Putin- quien después de ser arrestada en Tailandia durante un “curso en sexualidad” la semana pasada envío un mensaje a medios solicitando auxilio a cambio de información en torno a la mano rusa en las elecciones estadunidenses, declaró hoy a medios que tenía más de 16 horas de grabaciones que entregaría si Estados Unidos le otorga asilo. “Si America me ofrece protección, diré todo lo que sé. Temo regresar a Rusia, Cosas raras podrían ocurrir”.