Mucho se ha dicho y escrito sobre la enorme crisis del sistema de salud, tanto en el entorno local como en el nacional, y para analizarlo más a fondo bien vale la pena recordar algunos elementos que son centrales y que nos permiten entender el momento actual en el que vivimos.
Creo conocer el problema porque tuve la oportunidad de abrir el Hospital General de Zacatecas y dirigirlo en los primeros años de su funcionamiento. Teníamos carencias sí, pero a decir de quienes siguen laborando en este el nosocomio más importante del estado las carencias actuales son exponencialmente mayores no sólo en el abasto de medicamentos, sino también desde lo más simple como serían, por ejemplo, las sanitas necesarias para muchas cosas entre otras el secado de las manos y que solamente se les proporciona el 5% de lo que se les daba en los tiempos en que yo dirigí la institución.
Pero vayamos más al análisis de lo universal que de lo particular o meramente anecdótico en cuanto al problema que ahora nos ocupa.
El gobierno anterior, el de AMLO con respecto al sistema de salud, se encontró con la enorme corrupción que implicaba el sistema – hoy por hoy tan recordado y aplaudido por las mentalidades conservadoras y de derecha – del SEGURO POPULAR, del que no debemos olvidar que además de la enorme corrupción aquel sistema solo se hacía cargo en una forma parcial de las necesidades médicas de los pacientes dejando otras fuera de su área de control y que no quedaba de otra que dejar que fueran costeadas por el paciente y sus familiares, como por ejemplo el rubro de la Insuficiencia Renal y los costos de la hemodiálisis que tenía que pagar el paciente y que no podía subsidiar el Estado.
A López Obrador se le hizo fácil pensar en una cobertura universal gratuita y de calidad para la población que no tenía la protección de la seguridad social como aquellos que tenían derecho a IMSS, ISSSTE, defensa, etc., que era la mitad de la población total, un reto enorme que difícilmente podría solucionarse no solo en un sexenio sino en varios y que tenía un costo exorbitante si es que el estado quería asumirlo, pero esto debe quedar bien claro, el salto de lo que era el SEGURO POPULAR a la otorgación gratuita de TODOS los servicios de salud que fueran requeridos por la población no asegurada era un salto del cielo a la tierra difícil, si no es que imposible no solo de dar sino sobre todo de subsidiar con los escasos recursos del Estado.
No nos olvidemos que AMLO no solo decidió aportar gran parte de los recursos del estado de por sí insuficientes a los PROGRAMAS SOCIALES, lo cual se llevó una enorme cantidad; sino también asumir los megaproyectos que necesarios o no estaban contemplados dentro de su programa de gobierno, como el del nuevo aeropuerto el AIFA contemplando los recursos por la cancelación del de TEXCOCO, y claro la nueva REFINERÍA de 3 Bocas, el TREN MAYA, el tren interoceánico y tantos otros a los que les fue agregando otros proyectos costosos que le salieron en el camino como el de MEXICANA o el de la MEGAFARMACIA sólo para poner unos cuantos ejemplos.
Para cualquier mente bien intencionada debe quedar claro que todo ello representaría cantidades exorbitantes de recursos con los que no se contaba ni aun cuando se realizara una REFORMA FISCAL que ni siquiera fue contemplada, y que sigue ausente en el programa del actual gobierno donde se pretende construir el segundo piso de la cuarta transformación sin acabar de cimentar tan siquiera y en forma adecuada el primer piso de la misma. Y es por ello que aquel quien nos aseguró que no se incrementaría la deuda nos mintió porque no le quedó de otra y una deuda que PEÑA NIETO dejó en alrededor de 10 billones de pesos se incrementó a 16 y creciendo en dos billones en lo que va de la actual administración.
Y claro muchos dirán que gran parte de estos recursos – como sucedía en el pasado y seguirá sucediendo en el futuro – se van por el drenaje de la corrupción por que el mexicano es en esencia un ser corrupto, lo trae en los genes como alguna vez comento el mismo Peña Nieto. Muchos coincidimos con que AMLO y ahora CLAUDIA son personas honestas, pero no estamos seguros de que la gente que les rodea también lo sea, lo más posible es que no y ni siquiera estamos convencidos que la corrupción con todo y las políticas en contra implementadas en el sexenio previo y en el actual haya realmente disminuido, pensamos que la corrupción en las filas de las fuerzas armadas a las que se le dio responsabilidades que no les correspondían, puedan ser menos corruptas que los grupos empresariales sobre todo a nivel de las cúpulas, pero ello no hace que no lo sean.
Y si a este escenario le agregamos los tiempos turbulentos por los que pasamos como aquellos de la PANDEMIA con AMLO y los nuevos tiempos – que no existe aún forma de llamarlos – de TRUMP y sus aranceles y su animadversión hacia México, pues claro que el escenario se complica aún más.
Y con todo y esto lanzar un programa que abría la atención del total de las enfermedades en forma gratuita ya no se diga de calidad – porque esto es prácticamente imposible – al total de la población fue y es una aventura – para obedecer la constitución que dice que todo mexicano tiene derecho a la salud – y representa un reto descomunal.
Y si ello fuera poco la idea de crear y sobre todo intentar UNIFICAR el sistema de salud bajo unas solas siglas las del IMSS complicó aún más y en forma exponencial el problema, pero ya se inició el camino y habrá de seguir adelante con todos los obstáculos que esto representa el de la… COVERTURA UNIVERSAL DE LOS SERVICIOS DE SALUD PARA TODOS CON DOS SISTEMAS ESCENCIALES EL IMSS regular y el IMSS BIENESTAR que cubren a las dos mitades de la población, la que tiene derecho a todos los servicios y la que no lo tiene.
Esta historia continuará la próxima semana.