En las votaciones del mes de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador obtenía 30.11 millones de votos que reafirmaban el hartazgo del pueblo hacia las pésimas administraciones panistas y priistas; en ese tiempo, regresaba la esperanza de un cambio profundo y el ejercicio de una aspiración generalizada por brindar oportunidades igualitarias para los sectores más desprotegidos; dicha votación ha sido superada por la Presidenta Electa Claudia Sheinbaum Pardo (35 millones de votos) con lo cual se reafirma la aceptación a ese nuevo estilo de gobernar, el que distribuye de una manera más justa y equilibrada la riqueza que genera México y, poco a poco existe un progresivo empoderamiento de adultos mayores, jóvenes, indígenas, personas con discapacidad y muchos millones de pobres que fueron producto de los corruptos excesos de los priistas y los panistas. Recordando un poco, Enrique Peña Nieto obtuvo con todo y la mercadotecnia política, 19.22 millones de votos en 2012, esto es, 36% menos votos que Andrés Manuel López Obrador. Ahora y a seis años de iniciada la Cuarta Transformación, reconozco plenamente que el país es otro, me congratulo de que la oposición esté ahora tan mermada como en el caso del PRI con la renuncia de senadores y otros militantes que son la punta del iceberg; encuentro una fascinación espiritual cuando veo a Felipe Calderón reclamarle a Marko Cortés Mendoza por la desgracia política del PAN pues los ha alcanzado la factura de la historia y seguramente otros partidos políticos como el PRD padecerán el mismo estrago. En 2018, el que escribe opinaba que México ha sido históricamente mal administrado y que la riqueza que genera esta gran República era predestinada únicamente para unos pocos afortunados con todo y sus Juniors, muchos de ellos, negligentes y de baja calidad humana, mientras que la mayoría de los ciudadanos, trabajaban largas horas sin que el salario cumpliera con las necesidades básicas de millones de familias. Ahora y desde la Constitución Política Federal, la distribución de la riqueza es un Derecho Humano Fundamental que se traduce en la entrega de un apoyo económico a las personas que tengan discapacidad permanente (Artículo 4º párrafo décimo cuarto), de igual forma, las personas mayores de sesenta y ocho años tienen derecho a recibir por parte del Estado una pensión y, en el caso de las y los indígenas y las y los afromexicanos, esta prestación se otorgará a partir de los sesenta y cinco años de edad (Artículo 4º párrafo décimo quinto), en el mismo sentido, se constituyó un sistema de becas para las y los estudiantes de todos los niveles escolares, con prioridad a las y los pertenecientes a las familias que se encuentren en condición de pobreza (Artículo 4º párrafo décimo sexto). En este contexto, encuentro congruencia entre el primer discurso que cómo presidente electo dictó Andrés Manuel López Obrador, dónde llamó a la reconciliación nacional mientras que la oposición se dedicó a denigrar su embestidura y a menospreciar sus programas de gobierno; se aprovecharon que ahora se pregunta y se informa y, antes, solo se imponía; la oposición ha sido capaz de todo, incluso de sembrar muertitos y hacer crecer aún más, los índices de violencia. Estoy convencido y coincido en que desterrar la corrupción y la impunidad será una prioridad de la Presidenta Electa y confío en que Sheinbaum sacuda el árbol de las manzanas para que caigan las podridas ya que las ratas de otras administraciones han sido muy hábiles para subirse al barco de la Cuarta Transformación, por lo que debemos estar muy atentos y no permitir que operen ni se cuelguen de puestos estratégicos. Hace ya varios años en el Teatro Calderón, el ahora Presidente de la República me autografió el libro “Proyecto Alternativo de Nación” ahí pude estrechar su mano y pedirle que no nos fallara que ya estábamos hasta la madre de tanta chingadera y me respondió: no les voy a fallar, necesito que me apoyen para lograrlo; hoy a seis años puedo decir que no nos ha fallado, pese a todo y a muchos, hemos avanzando y la gente ha aprobado su gestión, así lo dicen los resultados electorales del 2024. A seis años de la mejor etapa en la historia de México, felicito al Presidente y a los millones de mexicanos que como yo, tenemos renovadas esperanzas de que estaremos mucho mejor ahora con la Dra. Sheinbaum. ¡Felicidades!
