Se va a establecer el criterio de la
pluralidad, de la diversidad para que
se escuche la representación de todas
las voces, no estamos cansados de
escribir en un solo sentido, al contrario,
nos va a servir muchísimo escuchar
posiciones distintas para que nosotros
hagamos, elaboremos con criterio y
tengamos un criterio más amplio.
Esteban Moctezuma Barragán
Excelsior/24/Enero/2019
La Reforma Educativa todavía no se deroga, en el Congreso de la Unión ya se discute este asunto, se ha firmado la iniciativa de ley para ello, sin embargo falta que se apruebe; a la fecha dos aspectos hay que destacar:
En la discusión entre los legisladores para la derogación de la reforma se percibe una tendencia solamente a reformularla y continuar con la política que dio origen a la imposición de dicha reforma en el año 2013.
Si bien es cierto, a la fecha solo existe un nuevo plan educativo publicado por el gobierno federal y que contiene veinte puntos, no se ha dado a conocer más sobre lo que será el futuro del sistema educativo toda vez que ni siquiera se ha decretado la derogación de la Reforma Educativa vigente.
Diferentes expresiones han dicho hasta el cansancio que es necesario derogar la actual Reforma Educativa, que se hace necesario darle un cambio a la política educativa dado que la del gobierno anterior era una política de agravio, represión y violación de los derechos de los docentes. El actual Presidente de la República dese que se encontraba en campaña siempre prometió velar por los intereses del magisterio y a decir de él, para que esto sucediera, debería derogarse la Reforma Educativa; curiosamente quienes antes apoyaron fehacientemente la imposición de la todavía vigente Reforma Educativa, hoy, de manera oportunista comulgan con la política del actual gobierno en torno a la necesidad de derogarla.
A la fecha solo existe la iniciativa para que la Reforma Educativa se derogue, sin embargo, no hay evidencias claras de una propuesta del actual gobierno para saber bien a bien cuál será la nueva política educativa que guiará la construcción de un nuevo modelo; por los comunicados que oficialmente se han dado, no existe la tendencia a derogarla, solo a reformarla, algo así como una reforma a la reforma. Si esto llegase a suceder, tengo la seguridad de que el magisterio que tanto ha luchado por la derogación, seguirán haciéndolo a grado tal que radicalizarán incluso sus posturas, me refiero particularmente a los integrantes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) toda vez que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), no son ni serán garantía para la defensa de los derechos de los trabajadores del magisterio –salvo que modifiquen su plataforma política-, cosa que lo veo casi imposible.
Lo que hasta el momento existe como propuesta del actual gobierno en torno al sistema educativo, es lo siguiente:
La desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) por el mal papel que ha asumido desde su creación en el año 2002, pero particularmente en el sexenio de Peña Nieto. Desde que se le asignó la autonomía, jamás la manifestó, por el contrario, se subordino a la imposición de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La eliminación de las evaluaciones punitivas a los docentes toda vez que no favorecían en su desarrollo profesional, por el contrario, los resultados los condicionaban a la permanencia en la docencia; en su lugar se hace mención de un modelo denominado “Servicio de Carrera Profesional del Magisterio”, la intención es la de favorecer la formación y actualización del docente para que revalore su función y rescate su imagen social.
Elevar al plano constitucional la obligatoriedad de la educación de nivel medio superior.
Poner en el centro los principios básicos como integralidad, equidad y excelencia y combatir así con el rezago educativo.
En cuanto a la vida sindical del magisterio, romper con el esquema corporativista y de reproducción a fin de dar apertura a una democracia a través del voto universal, libre y secreto.
Lo anterior remite a pensar que la Reforma Educativa nació mal y funcionó peor, se encuentra en agonía y lo que hace falta es darle el tiro de gracia. Resultó una burla para los maestros puesto que en ningún momento se justificó con un diagnóstico metodológicamente bien elaborado situación que la llevó a un rotundo fracaso –elementos de análisis existen y muchos, mismos que perfectamente justificaban la desaparición de esta reforma-. No es cierto que la intención era la de quitarle poder al sindicato para que no asignara plazas y promociones al arbitrio, al contrario, negociaban los resultados de las mentados exámenes de diagnóstico, ingreso, promoción y permanencia.
Recientemente se realizó el foro denominado “Hacia una nueva legislación para el fortalecimiento de la educación de niños y jóvenes”, organizado por el senado, académicos, especialistas y organizaciones de la sociedad civil; en dicho foro se cuestionó la propuesta de reforma que impulsa el actual gobierno ya que a decir de los participantes, representa un grave retroceso, lamentablemente los argumentos que vierten no son lo suficientemente consistentes y, solo abordan el lado de la gestión administrativa y no tocan lo académico, social y humano; aparte de ello, quien de manera reiterada descalificaba dicha propuesta fue un funcionario del INEE, eso explica todo. No creo que se le deba dar crédito a esta postura. ■