Zacatecas ha alcanzado un hito significativo en términos de ingresos por remesas, según los últimos datos del Banco de México. En el segundo trimestre de 2024, correspondiente al periodo de abril a junio, el estado recibió 502.112 millones de dólares en remesas. Esta cifra representa el monto trimestral más alto registrado desde el inicio de la serie histórica en 2003.
Durante el periodo de enero a marzo de 2024, Zacatecas había recibido 398.46 millones de dólares en remesas, lo que evidenció una caída del 13.43% en comparación con el trimestre anterior. Sin embargo, en el segundo trimestre, el estado experimentó una recuperación robusta con un crecimiento trimestral del 26.01%, lo que contrasta con la disminución observada previamente.
Incluso, entrando en contexto a nivel nacional, el Banco de México reportó que las remesas enviadas a familias mexicanas alcanzaron los 6,213 millones de dólares en junio de 2024, la cifra más alta para cualquier mes desde que existen registros, que datan de 1993. Aunque no se cuente con cifras mensuales, se percibió tal aumento a nivel estatal.
En términos semestrales, Zacatecas acumuló ingresos por remesas de 900.6 millones de dólares en los primeros seis meses de 2024. Este total representa un incremento respecto a los 868.1 millones de dólares recibidos en el mismo periodo del año anterior, lo que se traduce en un crecimiento del 3.74% en comparación anual.
A nivel nacional, México recibió 31,343 millones de dólares en remesas de enero a junio de 2024, lo que representa un incremento del 3.7% respecto a los 30,238 millones de dólares del mismo periodo en 2023. En este contexto, los ingresos por remesas en Zacatecas abarcan el 2.9% del total nacional, destacando la relevancia de estas transferencias en la economía estatal.
Este notable aumento se debe, en parte, como ya se ha destacado, a la depreciación del peso frente al dólar, que, según un estudio de BBVA, se debilitó un 7.6% en junio. Este fenómeno permitió que las familias receptoras obtuvieran más recursos al convertir las divisas. Sin embargo, esta situación también presenta una contradicción: mientras que la depreciación del peso beneficia a quienes reciben remesas al incrementar el valor en moneda local, también refleja un debilitamiento económico general que puede impactar negativamente en otros aspectos de la economía. Esta dualidad destaca tanto las oportunidades como las dificultades asociadas a las fluctuaciones en el tipo de cambio.
