14.7 C
Zacatecas
martes, 22 abril, 2025
spot_img

El SPAUAZ en su laberinto. La confusión y la encrucijada

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ALBERTO VÉLEZ RODRÍGUEZ • ROLANDO ALVARADO FLORES •

El Sindicato del personal académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ), se encuentra en una encrucijada. La confusión es el signo de los tiempos que corren en el sindicato. Comencemos por la confusión. ¿Por qué estamos confundidos? por un proyecto anti sindicalista, anti democrático, anti solidario y opuesto de manera radical a los principios del SPAUAZ, establecidos en los estatutos, que el actual comité ejecutivo, y sus asesores, impulsan en contra de todos los agremiados. Y que presentan como si fuese una “ruptura” con el pasado cuando es la continuidad del más puro autoritarismo. ¿En qué consiste ese proyecto y cuál es la evidencia que está en curso? Para quienes mediante fraude ganaron la representación del sindicato en las elecciones de mayo de 2023, la institución sindical es un medio, no un fin, pues el objetivo subyacente es ganar la rectoría en las elecciones de 2025. Por este motivo la presente dirigencia del SPAUAZ no representa los intereses del conjunto de los agremiados, pues se comportan y conciben como “grupo” y sólo representan su interés. ¿Dónde se verifica esto? La prueba más evidente, tanto como contundente, es la anulación, por parte de la justicia federal, del padrón confeccionado por la secretaria general mediante la imposición de requisitos violatorios de los derechos de los sindicalizados. Por sí mismo esto es causal de remoción del cargo, pues se tomó atribuciones que no le corresponden, pero la confusión, la frivolidad., el desdén y la ignorancia son los nuevos “idola tribu” de los fervientes seguidores de las políticas excluyentes del comité ejecutivo. Incluso, quienes sostienen en su cargo a la secretaria general son los mismos que o bien modificaron el contrato colectivo de trabajo en contra de los agremiados, como el Dr. Antonio Guzmán Fernández, o impidieron sancionar a quienes, desde el sindicato, perpetraron ese latrocinio, como el Lic. Enrique Viramontes Cabrera. Por ende, dado que ese es el objetivo de la secretaria general, obtener la candidatura a la rectoría, tanto como de sus asesores, la lucha sindical se anula y el contrato colectivo está en riesgo. Afortunadamente, y debe resaltarse la ironía de la situación, el “primer sindicalista” de la universidad es el rector. ¿Por qué? tras un paro de 10 días, dizque para lograr el reconocimiento de los nombramientos que emitió la secretaria general a los integrantes de la comisión mixta de admisión, adscripción y promoción, se comenzó un trabajo que, de manera arbitraria, la misma secretaria general canceló por 10 meses. Este acto, de nuevo arbitrario y unilateral, obedeció a la necesidad de evitar que cualquier miembro varón del comité ejecutivo pudiese ser parte de esa comisión. Lo que parece fobia a los hombres es definición política, pues actuó en función de los intereses de su grupo. Y sólo nombró esa comisión, las restantes no le interesaron pues no tienen relevancia política inmediata. Una vez en el trabajo de la comisión, la patronal decidió reinstaurar tanto los retroactivos a las personas que obtienen un nuevo nivel, como la posibilidad de lograr un nivel de asociado B o titular A. ¿Por qué fue una concesión de la patronal y no resultado de la lucha? Sencillo, el SPAUAZ nunca vindicó esas demandas. Y no están en ningún convenio firmado tras el fallido intento de huelga. Son el resultado de la buena fe del patrón. Se pueden apreciar dos cosas si se observa la manera de actuar del comité ejecutivo. Tenían un muy claro interés por ocupar posiciones en la mixta de admisión, sin tener ninguna preocupación por vindicar las demandas del gremio. Tal es la conducta cotidiana: una lucha constante por promocionar una imagen mediante mentiras y publicidad pagada de las cuotas. Vamos a la encrucijada. Esta es tanto una bifurcación en el camino como una emboscada. Se parten los caminos porque una parte del gremio sindical apuesta por un sindicato ancilar de un proyecto de rectoría, antidemocrático y subordinado. ¿O qué hará la Dra. Jenny González de llegar a ser rectora? ¿Respetar el contrato? No, seguirá la política de subordinación instaurada por sus asesores, Guzmán y Viramontes, con la muy segura perdida de lo contratado. Por su parte, el otro proyecto, que persigue un considerable número de sindicalizados, es uno incluyente, respetuoso de la ley, pues a la ley se remite para dirimir las diferencias, y profundamente democrático. Esas son las opciones, así se plantea la lucha. Por un lado, quienes pretenden ganar la rectoría para saciar sus ansías personales, y pagar las cuentas que ya deben, y por otro quienes reconocen en el sindicato un medio, no de golpear al patrón, sino de mejorar las condiciones laborales de los sindicalizados. La última carta de un comité perdido en su laberinto es acusar a quienes lo demandan de “enemigos del gremio”. Es una tergiversación más, pues las demandas que un grupo de sindicalizados lanzan contra un sindicato siniestro son actos de defensa. Son ellos las víctimas de una burocracia sindical que no acepta responsabilizarse de sus actos y pretende lograr sus objetivos a costa de lo que sea. En momentos como el presente, el gremio en lucha por sus derechos en los tribunales es la última línea de defensa del contrato colectivo de trabajo.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -