Este 2 de julio marca un hito significativo para México, al cumplirse el sexenio del triunfo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Durante este periodo, ha habido intensos debates y evaluaciones por parte de diversos actores políticos, quienes han enfatizado tanto los logros como los desafíos que definirán el legado de este gobierno.
Respecto a esto, Ernesto González Romo, diputado local por Morena, y Raymundo Moreno, vocero estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), comparten con La Jornada Zacatecas una evaluación general de esta administración.
Ernesto González Romo destaca los avances sociales como uno de los principales logros del gobierno de López Obrador. «Las transferencias históricas por más de 600 mil millones pesos cada año hacia programas sociales han marcado un cambio profundo en el país», afirma. Estos programas, según él, han contribuido significativamente a la reducción de la pobreza y la desigualdad, además de mejorar las condiciones laborales y de pensiones para muchos mexicanos. Asimismo, subraya la estabilidad macroeconómica y el impulso a la infraestructura en el sureste mexicano como elementos positivos que promueven el desarrollo económico regional.
“Nuestro país vuelve a construir puertos, aeropuertos, refinerías, trenes. Cuando teníamos, la verdad es que décadas, en que no veíamos grandes obras impulsando el desarrollo económico del país. En este caso, además, con un ingrediente especial de justicia social porque esas obras se han concentrado principalmente en el olvidado sureste de nuestro país”, comentó.
Sin embargo, González Romo reconoce que persisten retos significativos. «La seguridad, la justicia y la salud pública siguen siendo grandes pendientes de la Cuarta Transformación», admite. En particular, destaca la necesidad urgente de avanzar en la reforma judicial para mejorar el acceso a la justicia y fortalecer las estrategias de seguridad en todo el país.
En contraste, Raymundo Moreno adopta una postura más crítica hacia la gestión de López Obrador. Inicialmente señala como avance, el incremento al salario mínimo como un logro significativo durante este sexenio, ya que abordó un pendiente crucial en materia de derechos laborales que había persistido por largo tiempo. Sin embargo, percibe retrocesos en derechos humanos y democracia, criticando la concentración de poder y los intentos de erosionar la autonomía de los poderes de la Unión.
«La política conocida como los planes A, B y ahora plan C, que busca dinamitar desde mi punto de vista la autonomía de los poderes de la Unión y eventualmente conducirnos hacia una reedición de lo que en su tiempo Vargas Llosa denominó la dictadura perfecta, es decir, volver a un esquema partido único, partido de Estado, son preocupantes para la salud democrática del país», advierte.
Desde la perspectiva de Moreno, el manejo del presupuesto público también ha sido motivo de preocupación. Critica el déficit histórico y el aumento de la deuda pública, así como la asignación cuestionable de recursos a proyectos como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas, que, según él, no han demostrado ser económicamente viables ni beneficiosos para el desarrollo nacional. Asimismo, destaca la inversión en programas sociales, especialmente la pensión de adultos mayores que, aunque es importante, falta una evaluación clara sobre su efectividad para reducir la pobreza.
«Fue un presidente
que actuó con honestidad
y coherencia con su
programa de gobierno»,
afirma González Romo
Respecto a las promesas de campaña y las expectativas iniciales, González Romo defiende que López Obrador cumplió con la mayoría de sus compromisos. «Fue un presidente que actuó con honestidad y coherencia con su programa de gobierno», sostiene. Sin embargo, Moreno expresa una visión menos optimista. «No se logró un avance significativo en el combate a la corrupción ni en la reducción efectiva de la pobreza, lo cual era bandera principal en la campaña del 2018», lamenta, haciendo referencia a casos de corrupción y escándalos que han empañado la gestión del gobierno.
El legado de Andrés Manuel López Obrador deja una huella diversa en México, marcada por avances notables en programas sociales y desarrollo regional, pero también por desafíos persistentes en seguridad, justicia y transparencia institucional. Mientras el país se encamina hacia una nueva etapa en su historia política, el debate continuará en los ámbitos político y público, con miras a la continuidad pura de la Cuarta Transformación.