La proliferación de tiendas Oxxo, Extras y otras de este tipo, así como el aumento en los robos, mantienen en alerta a los pequeños comercios pues mientras en 2012 se cerraron mil 200 establecimientos, el primer semestre de este año tampoco fue positivo, informó Marcelina Saucedo Venegas, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope).
El exceso de competencia que ya registra niveles de saturación de comercios, algunos de los cuales se establecen incluso en las mismas calles, significa el cierre definitivo de gran número de tiendas de abarrotes que carecen de las condiciones para sobrevivir generando la pérdida de ingresos para familias enteras.
A pesar de los constantes llamados por parte de la Conacope para que el ayuntamiento capitalino regule la apertura de este tipo de tiendas, hasta el momento no han sido atendidos pues la entrega de permisos y el cobro de los impuestos es una ventaja para los municipios, “por ello no les importará a quienes puedan afectar”, expuso.
Saucedo Venegas mencionó además que aunado a las ventajas con que cuentan estas tiendas, las autoridades municipales les permiten trabajar hasta por 24 horas mientras que los pequeños comercios tienen horarios muy restringidos.
“Imagínese la magnitud del problema para el comercio en pequeño. En la periferia de la ciudad lo más común son las tiendas de abarrotes pero las quejas que recogemos como cámara son constantes por parte de los comerciantes que están desesperándose ya, no encuentran la forma de cómo sobrevivir”, agregó la líder.
El desempleo y la inseguridad son otros de los factores que afectan a los pequeños comerciantes pues los robos a los establecimientos han ido en aumento, sin embargo son pocos los propietarios que denuncian esta situación.
Los constantes robos a establecimientos generan además el cierre de los mismos mucho antes de que se cumpla su horario con lo que se da ventaja a las tiendas que abren por 24 horas, mientras que muchos otros locales ya se encuentran cubiertos con barrotes para evitar el hurto de sus mercancías.
“Ya se empezaron a hacer justicia por ellos mismos para cuidar sus intereses. Somos esclavos al estar esperando todo el día para contar con el sustento, ahí se come, se cena, es una cárcel y ahora con ese embarrotamiento ahora si son cárceles disfrazadas, pero ya no dejaron de otra”, lamentó la líder.
La Cámara Nacional de Comercio en Pequeño, que cuenta con aproximadamente 6 mil afiliados, aún no cuenta con el registro de cuántos establecimientos han cerrado en lo que va del año pues esta cifra se lleva anualmente, sin embargo reiteró que se encuentran en situación alarmante. “Yo no puedo decir cantidades exactas, pero a diario se dan robos a negocios”.
Además, los primeros seis meses del año tampoco reportan buenas ventas para este sector, situación que se agravó mucho más a partir de que iniciaron las vacaciones pues las tiendas de abarrotes, uno de los principales giros afiliados a la Cámara, dependen en gran medida del consumo por parte de estudiantes.
Saucedo mencionó también que los altos impuestos que se cobran bimestralmente asfixian a los pequeños empresarios, al grado que algunos de ellos afirman trabajar sólo para los servicios básicos. El comercio en pequeño, agregó Saucedo Venegas, lleva todas las de perder pues no se le da la importancia necesaria a pesar del número de afiliados a la Cámara.