En la entrega anterior comente que al inicio del nuevo milenio el Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ) se vio obligado a revisar su quehacer, a repensar sus políticas para ser más eficiente en la defensa de los derechos laborales de los agremiados al Sindicato y hacer frente a sus expectativas de mejoramiento material, así como las propiamente profesionales. El Sindicato enfrentaba retos, ya no era el mismo ni podía seguir así. Se inició por reconocer algunas verdades como el hecho de que muchas de las conquistas laborales no pasaban de estar escritas en el papel.
Luego de un análisis se concluyó que en la práctica no eran reconocidas las conquistas y el Sindicato no había tenido la capacidad para hacerlas efectivas…, y enfrentaba una serie de problemas. En la entrega previa se analizaron dos, en esta investigación continuaré con el análisis de otros:
- La disminución en términos reales (comparando inflación y crecimiento de la UAZ con los ingresos federales y estatales) del subsidio de la Universidad. Ello agravaba la diferencia entre ingreso y gasto de la Institución. Eso tenía que ver con un problema de fondo: el problema financiero de la UAZ, que si bien era común en las universidades públicas por las políticas de restricción presupuestaría, se agravaba también por los factores internos derivados de la forma de administrar: contrataciones excesivas, irregularidades en las plantillas, la violación a la disposición estatutaria de contratar con garantía del respaldo financiero… El SPAUAZ insistían en que la administración debía corregir a fondo las distorsiones presupuestales. Que se debía revisar, ajustar y restructurar la plantilla del personal administrativo que impactaba artificialmente en la nómina del personal académico, ajustando el personal en general a las necesidades reales de la UAZ. Que el resultado de estas acciones administrativa daría la fuerza moral, social y política que se requería para enfrentar las políticas públicas en materia de subsidio que establecían mecanismos de regulación y control, sobre todo por la vía del financiamiento. A pesar de ser un acuerdo en pasadas revisiones y emplazamientos, no se había avanzado en su concreción.
- La evaluación para el financiamiento, la política de deshomologación y el sistema de estímulos habían incidido negativamente en la organización sindical y en el principio de bilateralidad de las relaciones laborales. En particular las becas y estímulos eran una de las fuentes de ingreso más sujetas a la arbitrariedad y a cambios constantes. Sin embargo, el Sindicato no había discutido a fondo que hacer ante la modernidad inducida. Se planteaban como demandas centrales del SPAUAZ la lucha por la estabilidad en el empleo, por la permanencia, formación y promoción en aras del desarrollo académico integral, pero estábamos a medio camino de las exigencias que implicaban las nuevas circunstancias: el Sindicato no había logrado concretar la lucha por la profesionalización del docente. Se daba la pugna con la estructura de poder universitario, pero paradójicamente se daba en los márgenes de las actividades sustantivas de la UAZ y de las líneas de la modernización inducida por la SEP, a las que se había adscrito plenamente la alta burocracia universitaria. En última instancia, la experiencia vivida en el SPAUAZ en los últimos años reflejaba los jaloneos entre expectativas y frustraciones vividas por los sectores medios a partir de los años ochenta, entre ellos los trabajadores académicos.
- En lo inmediato resaltaban los incumplimientos al CCT y los retrasos en los pagos de los adeudos, así como el proceso encaminado a resolverlos. Al recurso insuficiente se sumaba un estilo de trabajo y decisiones que complicaban la situación, sobre todo el retraso en los pagos de bonos y primas, un aspecto muy sensible para los profesores porque era una forma de patear la drástica reducción de su salario nominal, sobre todo la prima de antigüedad y las primas jubilatoria y pos jubilatoria, pagadas a cuenta gotas y de las que se adeudaba alrededor de 23 millones de pesos. Esa dinámica de los pagos en la práctica constituía un desconocimiento del compromiso contractual.
- Los resultados del emplazamiento a huelga por violaciones e incumplimientos y por recuperación salarial habían resultado contradictorios, empezando por el entorno que se enfrentaba: una inflación esperada del 3%; un aumento a los salarios mínimos del 4.3%, junto con el 0.75% en prestaciones no ligadas al salario. Otra vez se había impuesto el tope salarial, que no se logra romper desde 1987. En cuanto a los compromisos y acuerdos derivados del emplazamiento, varios de ellos no se habían cumplido a pesar de los requerimientos y gestión sindical.
En ese contexto crítico, el fortalecimiento de la organización sindical en la negociación era necesario y la interlocución con las autoridades, para que sus propuestas fueran consideradas más seriamente por las instancias correspondientes. No se trataba de fortalecerse para enfrentar posiciones de fuerza en un afán de mera confrontación, sino de lograr que se le escuchara y atendiera efectivamente en el tratamiento y posible solución a la problemática sindical.
El accionar sindical estaba orientado por la defensa del CCT y sus conquistas laborales, buscando una clara independencia respecto a la administración central, buscando la mayor participación del Comité Ejecutivo y de las diversas instancias sindicales, ya que en las negociaciones se perseguía no tan solo reivindicaciones materiales –importantes en toda gestión sindical– sino también avances en el ámbito ideológico – político y en el organizativo. El Sindicato reconocía que no había logrado sobreponerse a la lógica de la administración. Se proponía continuar con la interlocución y el diálogo, pero procedido de información, clarificación y movilización que permitieran el cumplimiento puntual de los acuerdos y de respeto a la organización sindical.
El SPAUAZ es el resultado de una lucha permanente por parte de sus fundadores, los que con un espíritu de solidaridad, consistencia y tenacidad lograron su reconocimiento por parte de la Autoridades Universitarias, lo que las viejas generaciones no deben olvidar y las nuevas tomarlo en cuenta antes de atentar en su contra.
Se parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes:
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1Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT