Los servicios de salud y el tema de la salud en nuestro país resulta uno de los más complejos para debatir, resulta uno de los más golpeados y atacados por la oposición y el aparato mediático a su servicio, los intereses que se tocan cuando se habla de una transformación de fondo de los mismos, son muchos y muy poderosos. Las anteriores administraciones dedicaron tiempo y recurso para deslegitimar a nuestro sistema de salud con el objetivo de orillarlos cada vez más a la privatización, presupuestaban miles de millones y fomentaban que arrojaran pocos resultados, el descontento entre los mexicanos incrementó y el rechazo al mismo también, la privatización se quedó a un sexenio de haber ocurrido.
Con un presupuesto multimillonario nuestro sistema de salud se convirtió en todo un aparto de la corrupción con el que se enriquecieron funcionarios, políticos y empresarios, muchos cumplían dos papeles al mismo tiempo, como actores políticos o funcionarios y al mismo tiempo como empresarios proveedores de medicamentos y como distribuidores de los mismos, rápidamente el sector salud se convirtió en una institución repleta de aviadores, desvíos millonarios de recursos y de todos los actos de corrupción por haber.
La venta de medicamentos se convirtió en un negocio multimillonario para las farmacéuticas que vendieron durante sexenios medicamentos que ya no eran utilizados para tratar enfermedades desde años atrás, de igual forma se compraban por parte del gobierno a costos que triplicaban el verdadero y en otros casos donde se carecía de humanidad, se facturaban la compra de medicamentos pero eran usadas otras sustancias como en el caso en el que Duarte inyectó agua a niños con cáncer pero facturó la compra del tratamiento.
No solamente se sirvieron con la colocación de aviadores, con la compra venta de medicamentos, sino que también inventaron plazas de médicos y personal cuyas nóminas se cobraban pero que no existían físicamente los trabajadores, la existencia de médicos y personal fantasma fue negocio también para los que ahora acusan al gobierno de desmantelar el sector salud.
El seguro popular, la compra de equipo médico y la construcción de supuestos hospitales fue otro mecanismo que se utilizó para hacer negocio con nuestro sistema de salud, al término del sexenio de Peña Nieto, cerca de 350 hospitales en el país se encontraban inconclusos pero que fueron reportados como concluidos, el dinero desapareció y los hospitales quedaron en obra negra.
Desde el comienzo del gobierno de López Obrador, se emprendieron acciones que pisaron callos, las farmacéuticas intentaron chantajear al gobierno al no surtirles medicamentos, la compra en el extranjero y el convenio hace unos días firmado con organizaciones internacionales y aprobado en el Congreso, permitirá a la administración federal comprar los medicamentos a farmacéuticas extranjeras que si respeten los precios en el mercado.
La desaparición del seguro popular y la implementación del INSABI trajo consigo una gran cantidad de cambios para el sector salud, entre ellos el derecho universal a la salud para que todos los mexicanos, sin la necesidad de afiliarse a algún mecanismo de seguro cuenten con atención médica gratuita.
La crisis actual derivada por el covid-19 cayó como anillo al dedo al gobierno de la cuarta transformación para avanzar mucho más rápido en la reforma y reestructuración de nuestro sistema de salud, a la par de que se implementan acciones para el funcionamiento del sistema, se implementan estrategias de comunicación gubernamental para generar conciencia colectiva sobre la necesidad de cambiar los hábitos alimenticios, obligar a las empresas para imprimir un etiquetado real sobre lo contenido en sus productos y al mismo tiempo aplicar reformas para terminar con el chantaje en la compra de medicamentos.
Existen errores y equivocaciones, es necesario reconocerlo pero existe la voluntad por parte del Presidente para reformar a fondo nuestro sistema de salud, brindar a los mexicanos servicios de calidad y terminar con la corrupción que tanto ha perjudicado la salud en nuestro país. Las empresas y la oposición que ven afectados sus intereses, continuarán con los ataques a los encargados de dicha reforma como lo es en la actualidad el subsecretario de salud, el respaldo del pueblo mexicano es necesario para fortalecer la estrategia, la conciencia de que al final de cuentas los beneficiados serán los mexicanos es a lo que debemos apostarle.