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jueves, 28 marzo, 2024
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La importancia económica de la cultura

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Por: JUAN CÉSAR REYNOSO MÁRQUEZ •

Una de las transformaciones más notables que la economía mundial ha vivido en las últimas décadas, junto con la “terciarización” (el peso cada vez mayor del llamado sector servicios, en detrimento de actividades como la industria de la transformación o la agricultura), ha sido la fuerza de las llamadas industrias culturales y creativas, que se posicionan actualmente dentro de las principales actividades productivas generadoras de nuevas fuentes de ocupación e ingresos. Según la UNESCO a nivel global emplean a 29.5 millones de personas y aportan el 3% del PIB.
En el caso específico de nuestro país, las estadísticas oficiales más recientes correspondientes a 2015, derivadas de las Cuentas Satélite de INEGI, estiman un PIB de las actividades culturales de 490 mil millones de pesos, representando el 2.9% de la economía mexicana; su crecimiento fue del 4.1%, mayor al 2.5% del total del país. El sector ocupa a más de un millón de personas.
Según la misma fuente, el gasto nacional en bienes y servicios culturales ascendió a 597 mil millones de pesos, de los cuales el 64.5% correspondió a gasto de los hogares, mientras que el resto provino del gobierno y otras fuentes. Los productos culturales más adquiridos fueron las artesanías y juguetes tradicionales, que representaron el 34.6% del gasto, seguidos de los medios audiovisuales con el 24%.
Aunque se le clasifica como un solo sector, desde las perspectivas económica y creativa las ramas culturales se caracterizan por su enorme heterogeneidad y complejidad, comprendiendo lo mismo las artes plásticas y las artesanías, elaboradas muchas de ellas con procesos que prácticamente no han variado en décadas o siglos, que la producción de medios audiovisuales, en la que suelen usarse los últimos adelantos tecnológicos. Tan sólo para el caso mexicano, el INEGI identifica 12 subconjuntos de actividad cultural.
En cuanto al peso específico de los componentes dentro del sector, sobresale la elaboración de artesanías y juguetes tradicionales, que aporta el 32.6% de los empleos y la quinta parte del valor agregado, seguida de la producción cultural de los hogares. Destacan también el comercio de bienes culturales y los medios audiovisuales, que sumados a las dos anteriores, generan casi tres de cada cuatro pesos producidos por el sector.
Las cifras arriba señaladas confirman la importancia que para la vida económica y cultural del país tienen la artesanía y el arte popular, giros donde México se ha destacado desde hace décadas como potencia mundial, y que indudablemente forma uno de los componentes principales de su “soft power”, junto con su música, comida, festividades y demás expresiones de su variada cultura popular.
El crecimiento presente y futuro de la cultura abre importantes áreas de oportunidad que invitan a organismos e instituciones públicas, privadas y del sector social a implementar estrategias de fomento de esta actividad; debiendo sin embargo vigilar en todo momento la calidad en el contenido de los bienes y servicios que se impulsen, dada la importancia de la vida cultural guarda para buen desarrollo tanto de los individuos como de la sociedad.

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*Centro de Investigación y Experimentación
en Arte Popular de Zacatecas (CIEAPZ)

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