El señor de las tunas

Hace algunos años leí una novela que me gustó mucho se llama El señor de las moscas, de William Golding, esta novela es un clásico de la literatura universal, más que recomendable es obligatoria, es una de esas historias que además de envolver al lector, lo llevan a pensar en circunstancias, nos pone a pensar en nuestra propia humanidad.
Publicada en 1954, esta novela trata de un grupo de adolescentes que sobreviven a un accidente de avión, quedando solos sin adultos en una isla desierta; los protagonistas tienen que construir una sociedad alternativa basados en lo que saben y han vivido, tomando en cuenta que vivían en una sociedad inglesa de mediados del siglo XX, la cual se encontraba en guerra, estos jóvenes tienen que lidiar con sus instintos y con la educación que se les impartió, no tardan mucho en hacer jerarquías y reglas para poder sobrevivir, encienden una fogata para tener humo constante y los puedan rescatar, todos estos simbolismos obviamente tienen un significado consiente e inconsciente, el ejemplo de la fogata es que es lo que los mantiene con la esperanza de regresar a la civilización y los aleja de esos instintos salvajes que cada que pasa el tiempo se apoderan de ellos; otro de los símbolos es una caracola que para ellos significa la autoridad, es con la que llaman a asambleas ya que si analizamos creo que ellos se tratan de establecer en algo así como una comunidad socialdemócrata algo primitiva, también los temores están simbolizados en un supuesto monstruo que vive en la isla, en la gafas con las que encienden la fogata, pintura tribal que usan y algunas cosas más que uno va analizando mientras es capturado por esta historia; también sucede que los personajes van manifestando sus instintos más básicos.
No cabe duda de que la literatura de post guerra nos enfoca en una nueva era, muchos autores como Golding, impactados por las atrocidades perpetradas en la segunda guerra mundial, tratan tanto de analizar como de proponer un panorama de la humanidad, es un parte aguas en la historia, después de los años 50 vivimos una transformación de la conciencia y de la tecnología, sufrimos una revolución ideológica es por eso que muchas de las corrientes filosóficas de ese tiempo se enfocan en el humanismo y en tratar al ser humano de una forma más individual.
Tomando como base todo esto podemos plantearnos una forma de vivir supuesta mente más individual, buscando una ética y una moral construida en base a criterios formados por cada individuo, el humanismo, el existencialismo y el nihilismo son parte de esta ola de nuevos criterios a formar, como parte de esto es desconocer la religión como base moral o las teorías cartesianas, pero podemos preguntarnos ¿la sociedad del siglo XXI que tanto ha logrado esta individualidad de pensamiento?
En la actualidad nos regimos por otros parámetros morales y sociales abstractos, propuestos por liderazgos efímeros que no proponen una ideología concreta, me refiero a los “influencers” estos nuevos personajes que por tener un millón de reproducciones en Youtube se han convertido en personajes ficticios a los cuales se les festeja cualquier estupidez que dicen, tanto así que gente seria y con criterio se pone a analizar sus cometarios sin sentido.
En mucho ha cambiado nuestra forma de pensar y de analizar, creemos todo lo que se publica basados en retoricas de gente que no tiene más que mucho tiempo libre y algo de creatividad para estar difundiendo ideas sin fundamentos, tenemos que tener cuidado en las cosas que estamos poniendo atención ya que abrimos la puerta de nuestra privacidad a los medios electrónicos, tanto que ahora nuestros gustos están registrados en una base de datos donde se pueden consultar nuestros gustos y no es una teoría de conspiración, si nos ponemos a ver por ejemplo nuestro Faceboock nos daremos cuenta de que nos llega publicidad de cosas similares a las que hemos buscado anteriormente en Amazon o Mercado libre, digo ¿Qué nos garantiza que otros datos o búsquedas en Google estén libres de ser consultadas?
Esto también les interesa a los partidos políticos, por eso las campañas electorales de este año se están basando en las redes sociales y en medios informativos digitales, lo que veo muy poco son análisis concretos y fundamentados sobre las propuestas de los candidatos, por eso estamos cayendo en estas dinámicas de campañas estériles y faltas de contenido.
Como pasa en el libro El señor de las moscas, estamos haciéndonos primitivos rompimos la caracola y no nos damos cuenta que vivimos en un mundo cada día menos creativo o analítico, nos estamos convirtiendo en seres que actuamos por instinto y eso se está aprovechando por personas y por corporativos que manipulan nuestras ideas.
Estamos en el momento justo para cambiar las cosas para cambiar las cosas, con esto no digo que sea malo tratar de estar enterados por medio de redes sociales, no tiene nada de malo al contrario es una herramienta útil para difundir ideas en tiempo real y a nivel global, por eso hago este análisis, para invitar a usar estos medios para difundir ideas, para que no nos dejemos llevar por tendencias y tratar de crearnos un pensamiento, objetivo y analítico.
Para concluir digo que tratemos de ser libres de ideas.
Esta opinión la escribí escuchando la presentación de Crystal Castles en el Lollapalooza del 2013.