23.1 C
Zacatecas
jueves, 25 abril, 2024
spot_img

Beatriz Pérez Pereda

Más Leídas

- Publicidad -

Por: Armando Salgado •

Escribir fue y es el universo personalísimo donde habito

- Publicidad -

Beatriz Pérez Pereda (1983) es una poeta originaria de Villahermosa, Tabasco. Tiene publicado los poemarios: Un hermoso animal es la tristeza, Laberinto Ediciones-Ujat, 2016.; Los sueños del agua, Instituto Municipal de Cultura de Toluca 2013; Álbum Personal, Ujat 2013; La impaciencia de la Hoguera, Instituto Estatal de Cultura de Tabasco 2010 y Trópico de ausencias, Guesa Ediciones 2010. Además estudió Derecho en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, y entre 2014 y 2015 participó en el diplomado en Narración Oral Escénica Especializada en Niños y Adolescentes y el diplomado en Creación Literaria: ensayo, guionismo, cuento y poesía, ambos por el INBA. Beatriz Pérez se ha ido consolidando y es un referente en la poesía del sureste mexicano, siendo una mujer que sabe darle un espléndido uso al lenguaje poético para transmitir además de ideas, los motivos de la cotidianidad en este mundo convulso.

Armando Salgado: Beatriz, brindar un significado a la poesía es parte de compartir las distintas maneras de concebir el mundo, y esa labor tan plástica sin duda va cambiando como las personas. ¿Para ti qué es la poesía?, ¿cómo llegaste a ella?, ¿has percibido su manera convulsa de modificarse o ha sido un animal estático que se deja acariciar?

Beatriz Pérez Pereda: Qué es poesía… indudablemente el significado de qué es o representa la poesía en mi vida ha cambiado. La primera vez que asistí a un taller literario tenía quince años, la poesía en aquel entonces era una especie de revolución en mi vida, era toda pasión, todo incendio, y fue la primera actividad que le dio sentido y pertenencia a mi vida, me dio una especie de identidad. Sé que suena muy intenso, pero escribir poesía desde mi adolescencia definió muchas pautas de vida, desde la disciplina, la fortaleza, la perseverancia, el conocer mis propias emociones y trabajar en ellas hasta descubrir en los libros un descanso y una ruta de escape frente a todo y todos. Escribir fue y es el universo personalísimo donde habito. Hay un poeta que admiro mucho, uno de mis favoritos, Guillermo Fernández, asesinado en el Edo. de México hace algunos años ya, sin que el caso se resuelva aún, uno de sus libros se titula El asidero en la zozobra; me parece un título magnífico y una imagen precisa de lo que es la poesía: un asidero en los momentos más oscuros.

La poesía me acompaña de tiempo completo, incluso en las temporadas en que no escribo, yo siempre estoy pensando en términos poéticos o tratando de descifrar la realidad, sea lo que sea que eso signifique; en términos poéticos, voy por ahí tratando de encontrar la poesía en todo, y la poesía es tan generosa que siempre la encuentro. La pasión con que inició mi encuentro con ella sigue ahí, pero también se ha vuelto más sabia, más incluyente, y me ha empujado a compartirla con más personas, por eso es que he estudié el diplomado en narración oral, es decir, aprender a contar o recitar para otros públicos y también es por eso que estuve impartiendo un taller literario para la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

AS: Algunas personas argumentan que nuestro aprendizaje es permanente por lo que no dejamos de cambiar. Esta condición trasladada a la poesía podría significar que en cada libro el poeta es una persona distinta y que sus poemas reflejan distintas experiencias. ¿Beatriz, podrías brindarnos un recorrido por tu obra poética y por las distintas personas que has sido tú?

BPP: Sí, o por lo menos eso espero, que mis libros sean diferentes o más que diferentes, que muestren diferentes aristas, facetas, de mí misma. No me gustaría sonar como el mismo disco cada vez, aunque como poetas siempre estamos buscando nuestra propia voz, el conseguir un estilo no significa necesariamente repetirse. Mis primeros dos libros, libros de juventud, Trópico de ausencias y La impaciencia de la hoguera, tienen una búsqueda amorosa muy marcada; luego, vinieron Los sueños del agua y Álbum personal, dos libros donde considero cambié de registro; en Álbum personal por primera vez hablé de mi familia, de mi historia “personal”, y aunque es un libro muy breve, una plaqueta en realidad, tuvo buena aceptación; a veces creo que es el libro que le gusta más a los pocos lectores que tengo, siempre que participo en una lectura me comentan algo acerca de él, y cuando le pregunto a los amigos, con motivo de alguna antología, que cuál poema creen que debería considerar, lo mismo. En marzo de este año saldrá mi sexto libro, Teoría sobre las aves, donde intenté variar otra vez el registro de mi voz, la construcción de los poemas, sobre todo por un hecho particular: yo leo mucha novela y cuento, y con el paso de los años mi tendencia al escribir poesía ha sido también, en la medida en que he podido, narrar.

AS: Radicas en Villahermosa, donde poetas como Carlos Pellicer y José Carlos Becerra son referentes literarios. Podrías compartirnos un mapa poético de Tabasco más detallado, por ejemplo: ¿qué poetas están activos escribiendo y publicando?, ¿qué libros de autores tabasqueños son referentes para leerse?, ¿ha habido talleres literarios?

BPP: Todos los poetas tabasqueños en algún momento de nuestra vida hemos escrito amparados en la tradición de la triada del trópico: Pellicer, Gorostiza y Becerra; después de ellos aparecieron otros escritores notables que han publicado libros que son referente en Tabasco, ganado premios en todo el país, estímulos, becas, la mayoría de ellos salieron de talleres literarios y luego la mayoría a su vez, devolviendo el gesto, coordinaron talleres. La obra de casi todos está siendo justo ahora reconocida y lo más importante, leída, sus nombres son: Teodosio García Ruiz, Ciprián Cabrera Jasso, fallecidos hace pocos años, Dionisio Morales, Francisco Magaña, Jeremías Marquines, Héctor de Paz, Níger Madrigal, que continúan la labor poética… y de ahí a ahora hay muchos ahora escribiendo, por ejemplo Pablo Graniel y Pascual Junco cuya obra me gusta. Entre los nombres femeninos están Gladys Fuentes Millas, Elizabeth Meza y Kary Cerda.

AS: Beatriz, esta región sur-sureste se caracteriza por estragos sociales constantes y por climas que agitan la sangre. ¿Para ti escribir desde Villahermosa qué representa? ¿Podría considerarse que el sur de nuestro país actualmente asume otra manera de ver la poesía?

BPP: Ésta quizá sea la pregunta más difícil de contestar, comencemos con lo sencillo: el trópico, las altas temperaturas, los ríos, el mar y el paisaje siempre verde creo que definitivamente influyen en la escritura de los poetas del sureste, tanto en lo obvio, es decir, casi todos mis amigos que nacieron o viven en el sur en algún momento o por lo menos en un poema, han hablado del paisaje, o bien, temas hoy más recurrentes como la frontera sur y el paso de los migrantes hacia el norte del país; además es cierto, somos tierra caliente y eso se nota en las pasiones, me gusta, nos da cierta intensidad, para todo, eso incluye escribir poesía.

Por otro lado, históricamente el sur ha sido una parte desplazada del país, la más pobre a pesar de la exuberancia de recursos naturales, como muestra sólo basta detenernos a mirar los casos de Oaxaca y Chiapas, y todo lo que últimamente sucede en Veracruz, hay mucho reclamo justo y mucho dolor en el sur. En los poetas más cercanos a mí, en mí misma, he visto cómo la poesía ha sido una manera de sobrevivir al horror, la marginación, la violencia no sólo en las calles a través de las armas, del tráfico de drogas, el secuestro y todas esas pesadillas diurnas de nuestro país, sino también la violencia de la falta de oportunidades, de trabajo, la violencia de la pobreza, de la falta de acceso a la salud, a una vivienda digna y de todas esas cosas que según nuestra constitución, las garantías individuales y los derechos humanos, cada uno de nosotros debería tener. Cada vez es más difícil tener una vida digna. Y en cuanto a que el sur de nuestro país actualmente asume otra manera de ver la poesía, claro, estoy segura, me agrada pensar que sea así, hay, debe haber, muchos jóvenes en el sur leyendo y escribiendo poesía como una forma de subversión, de revolución, de rebeldía, como una forma de pensar, porque la poesía también es eso, por fortuna.

AS: Tu libro de poesía, Un hermoso animal es la tristeza, es el quinto que publicas. En él, la presencia femenina es el núcleo de escritura donde distintos personajes plasman su imaginario y su modo personal de padecer el poema. ¿Cuál fue el proceso de cocción del libro?, ¿qué experiencia te deja haberlo escrito?, háblanos de él.

BPP: Un hermoso animal es la tristeza, es un libro resultado de varias cosas: cierta conciencia de mi propia feminidad y de mi condición de mujer, la reflexión del papel de la mujer en el arte, en la vida, y mi crecimiento como mujer por el simple paso de los años y la experiencia de lo vivido. Las diferentes partes, series de poemas que integran este libro, fueron escritos en diferentes momentos, y casi todos nacieron del asombro y la admiración. Los poemas que hablan sobre Alejandra Pizarnik fueron los primeros que escribí y los que tratan sobre Diane Arbus los últimos; en realidad, de la primera serie a la última hay un recorrido de diez años, por lo menos. Todas ellas, Alejandra, Diane, Juana, Betty, son mujeres o personajes que me inspiraron, por su pasión y todos los obstáculos que tuvieron que lidiar para poder afirmarse como creadoras o mujeres libres, por lo osadas que fueron al enfrentarse al tiempo que les tocó vivir. Según fui madurando me di cuenta de lo difícil que aún hoy es ser mujer y dedicarse a oficios o vocaciones que social o tradicionalmente no son “bien vistas” en una mujer, en mi caso, muchas veces fui cuestionada por escribir, todo tipo de comentarios risibles: que si qué caso tenía leer tanto, que me iba a volver loca de tanto leer, de qué no iba a casarme por hacerme la inteligente, la que escribe… y la lista es larga. Digamos que con el paso del tiempo me he reconciliado con ser mujer y lo que significa en México ser mujer y escritora. Justo ahora casi todo lo que leo está escrito por mujeres, creo que hay muchas escritoras en el mundo que están haciendo un estupendo trabajo y estoy muy interesada en leerlas. Esto no quiere decir que no lea libros escritos por hombres, lo hago, respeto a todos los hombres que me respetan, tengo la inmensa fortuna de tener maravillosos amigos poetas que siempre han respetado mi trabajo, que nos apoyamos mutuamente, nos leemos, como Ángel Vargas, Sergio Torres, Manuel Iris, Balam Rodrigo, Pablo Graniel, Fernando Carrera, por citar sólo algunos. La amistad es una pieza fundamental en mi vida y soy muy feliz de tener buenos amigos y amigas escritores.

AS: ¿Qué recomendaciones le darías a una joven que desea tomar en serio el camino de la escritura y qué poetas mexicanas debemos de leer, indiscutiblemente?

BPP: La disciplina, creo que no puede haber mejor técnica, sistema de entrenamiento, pata de conejo de la suerte para escribir que ser disciplinado, es decir, dedicar tiempo a la lectura, escribir lo más seguido que se pueda (yo bien sé que no siempre se puede hacer a diario), “hacer dedos” como el pianista o entrenar a diario como el atleta. No creo en esos “poetas” que me dicen que no leen o no escriben. Al leer aprendemos nuevas técnicas y puntos de vista, al escribir las ejercitamos. También creo pertinente el alejarse un poco del bullicio, defender la vida interior, estar a gusto en el silencio. Y vivir, hay que vivir, amar, equivocarse, perder el miedo, intentar… todas esas cosas que suenan cursis pero son ciertas y necesarias.

Hacer una lista siempre es un asunto de afinidades más que de justicia, me vienen muchos nombres, voy a mencionar algunos: Elva Macías, Coral Bracho, Pura López Colomé, Elsa Cross, Lucía Rivadeneyra, Gabriela Aguirre, Odette Alonso, Ana Belén López, Nadia Escalante, Daniela Camacho y las más jóvenes quisiera mencionar a Adriana Ventura, quien me parece una poeta estupenda de verdad, a Yelitza Ruiz, Karen Plata, Xel-Ha López Méndez y Zel Cabrera, todas ellas fantásticas.

AS: ¿Qué hace Beatriz Pérez frente a la cotidianidad, en un mundo convulso frente a cúmulos de información y horarios laborales que no comprenden la creatividad? ¿Qué disfruta Beatriz Pérez de forma permanente?

BPP: No tengo redes sociales, y eso ha sido un alivio, tuve una cuenta hace un par de años y me alegro de haberla eliminado, si uno se los permite las redes sociales llegan a robar mucho tiempo y energía, y aunque no estoy en contra de ellas, es cada día más difícil no caer en como bien mencionas, cúmulos de información, sobre todo chatarra. No tengo internet en mi casa, todo el mundo me llama retrógrada por eso, pero si tuviera internet en mi casa seguro leería menos; tengo un correo electrónico para escribirme con los amigos, un celular estándar para las llamadas y los mensajes, un blog en el que a veces escribo; esto no quiere decir que sea una ermitaña, miro las noticias, leo los periódicos, consulto muchas cosas en línea, trato de conservar un criterio, hablo con frecuencia con mis amigos en todo el país.

Los trabajos alimentarios casi siempre son una pesadilla, pocos respetan la jornada laboral de ocho horas, se abusa mucho de la necesidad de trabajar de las personas, y me refiero particularmente como lo comenté más arriba a la falta de oportunidades que viven los jóvenes, de no poder trabajar en sueños o vocaciones y enrolarse en trabajos que odian, hay muy poco espacio para el ocio, para la imaginación. Yo, como muchos, defiendo a rabiar mi mundo interior, mi necesidad de estar conmigo misma, mi tiempo para pensar la poesía, unas veces lo logro mejor que otras, pero trato de sobrevivir a esta época que me tocó vivir.

Las cosas que disfruto se han ido simplificando, beber una olorosa taza de café con mis amigos o una copa de vino, la plática, son cosas que disfruto; desde hace como tres años empecé a correr y se ha convertido en una actividad muy placentera, la vida en pareja justo ahora es un mundo que descubro con felicidad. Y volvemos al inicio, la poesía, que siempre me acompaña y es mi asidero.

RECUADRO

DECLARACIÓN DE ZORG

 

No eres tú

es el viento incontrolable

el olor a libro enmohecido

el mar

mi corazón lleno de vidrios

No eres tú

es el ruido de las botellas

el saxofón de Charly

los niños desde la playa

No

es el radio de algún loco

que escucha música a las tres de la mañana

Créeme

son las pastillas que un dios blanco te ha dado

esta cama de fuerza

el insoportable olor a indiferencia con que envolvieron tu cuerpo

No eres tú

es la página perfecta que se me niega

el libro de luces que pienso sólo para ti

Pero di mi nombre

mueve un dedo

aprieta mi mano

Ríe

y muestra tus dientes grandes

que llenan la boca de mi felicidad

No eres tú

quien mutiló su propio rostro

fue el espejo

charlatán

fascinador

mal consejero

que obligó a tu mano

Pero despierta

mírame

te pienso

escribo

te escribo

nada de esto sirve

inútiles todas las hojas de mi insomnio

Lo que quiero es contener tu dolor

quiero que tus ojos vuelvan,

 

 

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -