Las instituciones públicas adolecen de una aguda y paulatina crisis de credibilidad. El índice de percepción de la corrupción 2016 ubica a México en el lugar 123 de 176 países evaluados; el análisis mide aspectos como: gobierno abierto, rendición de cuentas, libertad de expresión, transparencia, niveles de integridad en el servicio público y acceso igualitario a la justicia.
Sin paz, estabilidad, garantía de derechos humanos y gobernabilidad efectiva basada en el estado de derecho, no es posible alcanzar el desarrollo sostenible, por ende la Organización de las Naciones Unidas exhorta a los países a disminuir el fenómeno de la corrupción y a establecer “instituciones eficaces y transparentes que rindan cuentas”.
Para lograr tal propósito, resulta indispensable conformar un frente común entre los poderes públicos, en el que además se involucren los diferentes actores que intervienen en el proceso de gobernanza.
En Zacatecas el pasado 26 de junio fue aprobada la Ley del Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) la cual tiene concordancia con la Ley Nacional, lo que permite que se establezcan las bases que ayuden a disminuir conductas y hechos de esta índole en un futuro.
Se aprobaron los instrumentos jurídicos complementarios como la Ley de Justicia Administrativa, la nueva Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas. Los organismos por los que se conforma el SEA son: Comité Coordinador, Secretaría Ejecutiva, Comisión Ejecutiva, Comité de Participación Ciudadana, Sistema Estatal de Fiscalización, Plataforma Estatal y Fiscalía espacializada en combate a la corrupción. Con lo anterior garantizamos que se castigará a quien cometa actos de corrupción.
Cualquier mejora en la operación de los organismos públicos, apoyada en técnicas e innovaciones hacía una mayor eficiencia y responsabilidad, sólo será posible si se fomentan los principios y valores éticos en las y los servidores públicos. La ética se define como la herramienta poderosa que forma la conciencia de los hombres y desarrolla plenamente su capacidad de juicio.
La mejor campaña es la de los hechos, debemos ser garantes del combate a la corrupción y a la impunidad; la ciudadanía exige de sus representantes una conducta ética, responsable y profesional, debemos de ser y formar hombres y mujeres comprometidos con el servicio público, con visión de desarrollo, sensibles a la realidad que impera en nuestro país y sobre todo con un alto compromiso para cumplir con su encomienda sin desviaciones, conscientes de que la rendición de cuentas debe ser una obligación de estado. ■
