El trabajo en derechos humanos es permanente y con brechas enormes. La noción de derechos humanos ha crecido en los últimos años, de los derechos de primera generación pasamos a hablar de cuarta generación: derechos culturales y de pertenencia, pasando por los políticos y sociales. Estuvimos acostumbrados a los derechos que tenían que ‘protegerse’, es decir, aquellos que se referían a las garantías de los individuos a su seguridad, propiedad y expresión. Pero están los derechos que se deben ‘promover’ como aquellos que tienen que ver con la alimentación, educación o salud. Sobre estos últimos el Estado debe hacer algo para lograr su realización. ¿Qué hace el estado de Zacatecas para que su población ejerza el derecho a la alimentación, al empleo digno, a una educación de calidad, el derecho al medio ambiente sano y el derecho a la información? Y la pregunta más complicada: ¿Cómo un organismo de defensa y promoción de los derechos humanos como la CDHEZ puede ayudar a que todo eso se cumpla? Se constituye en organismo autónomo para poder señalar al gobierno estatal las áreas donde está fallando y haciéndole recomendaciones de mejora. Y así, surge la siguiente pregunta, ¿qué debe hacer la Comisión para señalar las fallas y elaborar las recomendaciones que le toca hacer?
Pues debe tener las capacidades y la intención de hacerlas. ¿Puede la Comisión hacer un diagnóstico de qué derechos se están incumpliendo en Zacatecas, qué tanto (con mediciones) y cómo debe solventarse el problema (recomendaciones)? Y además, ¿tiene planteado hacerlo? La respuesta es clara: No. La Comisión no tiene las capacidades para cumplir con sus tareas. Y si agregamos lo planteado en el programa estatal de derechos humanos, más lejos está de la efectividad de su misión. Así las cosas, la meta principal a la que debe dedicarse esta comisión es elevar sus capacidades para mejor cumplir con sus objetivos.
Reconocemos que la actual dirigente de la CDHEZ tiene empeño en su cargo y empezó a elaborar diagnósticos de las funciones que realiza. Sin embargo, está aún lejos del punto óptimo. Tiene una visión de abogada pero le falta la visión complementaria propia de los sociólogos y estudiosos de las políticas para que la comisión tenga completa la orientación que necesitamos de dicho organismo. Reconocemos la capacidad y buena voluntad de la presidenta actual de la Comisión, sin embargo, también reconocemos que hace falta ampliar la mirada. Una tarea pendiente es hacer un plan de desarrollo institucional que empiece a producir estados de la cuestión de los grupos vulnerables y propuestas de ley, modificaciones de políticas, presupuestos y prácticamente todo. Esta comisión debe tener amplísimas capacidades porque se debe meter en todo. Tal cual, repetimos, en todo. Así son ahora los derechos humanos. Creemos por tanto, que es una mejor comisión que la administración anterior y por ello es de vital importancia que amplíe la mirada y ponga en acción estrategias más osadas u orientadas en el terreno mismo donde se violan los derechos humanos del estado y, para ello, extienda sus capacidades. Esto apenas inicia, esperamos que pronto podamos ver a la CDHEZ levantar el vuelo.
