México, DF. La Coordinadora General de Servicios Periciales de la Procuraduría General de la República informó que se practicaron tres tipos de peritajes a Joaquín Guzmán Loera, luego de haber sido aprehendido, y los exámenes consistieron en confrontación de huellas decadactilares; confrontación de ADN y comparación de rasgos faciales. De acuerdo con la información ofrecida, los tres indicadores dieron positivo con los antecedentes que existían del líder del cártel de Sinaloa, respecto de los antecedentes de su aprehensión en 1993.
En un breve informe dado a conocer en el salón Juristas de la PGR -marcado por la mala calidad del audio, que en algunos momentos impidió escuchar la información-, Tomas Zerón de Lucio, director en jefe de la Agencia de Investigación Criminal AIC, dio a conocer que en el caso de la prueba genética, a Guzmán Loera se le tomó una muestra bucal, que fue confrontada con los datos que ya existían de familiares detenidos, entre ellos uno de los hijos de Guzmán Loera. La muestra, indicó el funcionario, también dio positivo.
Otra comparación que realizó el Ministerio Público Federal fue con base en imágenes fotográficas y técnicas periciales que demostraron la coincidencia de rasgos fisonómicos en ambos hemisferios faciales.
El último examen que se realizó fue la comparación de huellas dactilares de Guzmán Loera, se tomaron impresiones de sus manos tras la aprehensión llevada a cabo el pasado 22 de febrero en el puerto de Mazatlán, Sinaloa, y se compararon con los registros que existían en su ficha penitenciaria resultando, que los registros empataron perfectamente.
Los funcionarios se negaron a responder preguntas, y ni siquiera aceptaron responder si se estableció que Guzmán Loera se realizó alguna cirugía.
