Con una intensa lluvia que disolvió casi en su totalidad la concentración
humana que esperaba ver en Plaza de Armas la muestra inicial de grupos
dancísticos y ballets integrados a la emisión del 18 Festival Zacatecas
del Folclor Internacional organizado por la Secretaría de Educación de
Zacatecas se llevó a cabo la inauguración de este evento que integra a 16
países de Asia, Europa y América, 10 estados de la República Mexicana y 7
representaciones institucionales de danza locales.
Casi al finalizar el desfile, justo cuando la delegación de Brasil aparecía
frente al gobernador Miguel Alonso Reyes y funcionarios que le acompañaban
en el presídium ubicado en la puerta del Mercado González Ortega que da a
la avenida Hidalgo, las gotas de agua que ya habían iniciado su descenso
momentos antes, mostraron con determinación que una vez más los asistentes
a esta apertura como casi cada año ocurre, no terminarían secos, sólo para
variar.
Vallado por los scouts, Miguel Alonso y su comitiva caminó a paso
apresurado rumbo a Plaza de Armas mientras la gente corría entre gritos y
risas a guarecerse en cualquier lugar que permitiera un poco de cobijo.
Momentos después el gobernador del estado dio por inaugurado este evento
para posteriormente retirarse.
El desfile previo sin embargo, permitió gozar a quienes se apostaron desde
tempranas horas de la tarde la presencia de las comitivas que desde Italia,
Corea del Sur, el País Vasco, Canadá, Polonia, El Salvador, Suiza, Rumania,
la comunidad Filipina asentada en Canadá, Panamá, Estonia, Paraguay,
Colombia, Rusia y Brasil ofrecieron un breve muestrario de sus danzas y
bailes tradicionales.
Intercaladas con las representaciones de los países se sumaron las
delegaciones de Jalisco, Coahuila, Tlaxcala, Guerrero, Hidalgo, Veracruz,
Colima, Oaxaca, Yucatán y Zacatecas.
El evento dio inicio con la presencia de la Banda Sinfónica de Música del
estado y las emblemáticas Morismas de Bracho, así como representaciones de
las danzas zacatecanas de Matlachines y Tastoanes.
Atuendos con flores, sedas, plumas, cuentas y lentejuelas acompañados de
accesorios que muestran la diversificación de las tradiciones construidas
culturalmente en distintas latitudes del planeta con sus matices y
contrastes, ya el colorido y exagerada vistosidad de los trajes de Tlaxcala
con sus penachos profusamente adornados, las expresiones casi rituales de
Corea acompañadas de tambores o la sobriedad de los atuendos y ademanes de
las delegaciones europeas así como las expresiones de su particular versión
de la Danza de Moros y Cristianos de Zacatecas pudieron ser observadas por
un público ávido y cortés que con aplausos dio la bienvenida a estos
exponentes.
En Plaza de Armas el espectáculo prosiguió no obstante la ausencia casi de
público, mismo que con la determinación que mostró el clima volvió en
cuanto la lluvia se mostró más benevolente.
