El discurso político de la izquierda y derecha en México durante las últimas semanas, específicamente desde el triunfo de Claudia Sheinbaum el pasado dos de junio, ha tenido diversas vertientes, por un lado, la derecha ha mantenido el discurso que fomenta la narrativa de que la 4T busca consolidar una tiranía en México a través de diversas reformas que, según ellos, buscan obtener el control político de todas las instituciones y de todos los Poderes en el País, por otro lado, la Presidenta electa, propone herramientas democráticas como foros de discusión de la reforma al poder judicial, por un lado discursos que buscan crear narrativas basadas en falsedades y por otro lado, hechos que democratizan la toma de decisiones.
La derecha busca consolidar en el debate público, la narrativa de que la 4T busca controlar a los diversos poderes, que ya sostiene el Ejecutivo con triunfos aplastantes, el del 2018, en las elecciones intermedias donde se han obtenido triunfos en una gran mayoría de estados competidos y el pasado 02 de junio en el que se superó por millones de votos el triunfo del 18, en este año, se mantuvo el poder en el Ejecutivo y con una enorme mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, así que, según ellos, la 4t busca apoderarse del control del Poder Judicial, ese poder que ellos han utilizado como un “contra peso” al Ejecutivo, alejándolo de su principal esencia: La impartición de justicia.
El Poder Judicial y algunas herramientas judiciales constitucionales, como el amparo, han sido usadas, al menos por quienes encabezan dicho poder y mediante algunos jueces y magistrados federales, para beneficiar intereses de grandes empresas nacionales y extranjeras, al frenar el cobro de impuestos así como de obras trascendentales para el desarrollo del país.
Se ha buscado engañar al mexicano con la idea de que la reforma al poder judicial buscaría otorgar a la 4T un poder absoluto de todos los poderes en el país, sin embargo, omiten señalar que la propuesta propone la elección de jueces, magistrados y ministros mediante el voto popular, 10 perfiles propuestos por la Corte, 10 por el Legislativo y 10 por el Ejecutivo, analizando y empleando diversos filtros para elegir a los mejores perfiles, posteriormente participarían en una elección sin acceso a recurso público, prohibiendo la participación de partidos políticos, entre otras restricciones, que no son debatidas por la derecha, sino que se busca fomentar la ignorancia respecto de dicha reforma.
A sabiendas de que el pueblo mexicano respalda la elección de quienes imparten la justicia en el país y de que quienes la aprueban son mayoría respecto de quienes creen las mentiras difundidas, la derecha busca frenar dicha reforma utilizando el poder mediático, el único poder que siguen controlando, creyendo de que el mexicano cederá respecto de la decisión que tomaron el pasado 02 de junio en las urnas: la decisión de respaldar un proyecto de nación que busca transformar la vida pública y política del país, proyecto que considera una reforma profunda incluso a la impartición de justicia, esa que durante décadas, ha sido utilizada por unos cuantos para beneficio de quienes los han impulsado a los encargos.
Estamos frente a un debate que terminará por consolidar la idea de que el poder judicial debe ser reformado y por exponer, todavía más, que la derecha rechaza la reforma a dicho poder para evitar se les arrebate la posibilidad de que algún día (muy lejano) recuperen la posibilidad de imponer a ministros, magistrados e indirectamente a jueces, a través de una mayoría legislativa que les otorgaba dicha facultad, sin embargo, la propuesta de reformar el mecanismo de elección de quienes representan a dicho poder para que el pueblo sea el que los elija en un futuro y así evitar que la justicia, siga siendo una herramienta para unos cuantos y no para todos, dejar en manos del pueblo de México la elección de representantes del poder judicial, cierra cada vez más la puerta a la corrupción que unos cuantos han impulsado.
La realidad sobre la finalidad de la reforma al poder judicial, dista mucho de la realidad que la derecha busca crear en la opinión pública, sin mayoría legislativa, sin respaldo popular más que el control de algunos grandes medios, y con un poder cada vez más desgastado y pobre, la derecha se ahoga cada vez más en sus propias mentiras, en su falsa realidad y en el rechazo popular, mientras ellos alegan una posible tiranía que busca la 4T, la 4T impulsa mecanismos democráticos para elegir hasta los cargos que durante décadas han estado alejados del pueblo de México, no cabe duda, hay de tiranías a tiranías.
