La segunda quincena de mayo y la primera de junio del presente año, parte del país y la totalidad del estado de Zacatecas, fue testigo del mayor paro de labores de que se tenga registro por parte de los trabajadores de la educación. Si bien, la demanda central era la abrogación de la ley del ISSSTE aprobada en 2007 por el panista Felipe Calderón y cuya eliminación fue promesa de campaña de la presidenta Claudia Sheinbaum, a nivel estatal también existía un cúmulo de asignaturas pendientes producto de un abandono sistemático de décadas que bien podría confundirse con desprecio hacia el sector educativo y que se ha acentuado por la indiferencia, incapacidad y falta de voluntad por parte de la actual administración estatal.
En ese escenario, fue que los agremiados a la sección 34 del SNTE decidieron retomar un extenso y legitimo pliego de demandas planteadas al gobierno del estado desde febrero pasado, cuyo cumplimiento había quedado en meras declaraciones de buenas intenciones y se había estancado en mesas de “dialogo” donde nada se resolvía y los funcionarios locales no mostraban ningún interés por avanzar en la búsqueda de soluciones. “Aprovechando” la fortaleza de la movilización nacional que en Zacatecas se había replicado de manera contundente, decidida y unificada, siendo el segundo estado (después de Oaxaca) que más contingente había logrado movilizar, los docentes zacatecanos decidieron que era una buena oportunidad para buscar destrabar los asuntos locales que permanecían congelados.
Fiel a su estilo y con varias toneladas de soberbia, el gobernador del estado David Monreal ignoró en todo momento los llamados al dialogo y a la negociación, ni siquiera se dignó a hablar del tema de manera pública, desconociendo por completo a la sección 34 del SNTE que posee la facultad legal para plantear ante el patrón las necesidades de sus agremiados.
Con las puertas, los oídos y los ojos cerrados en el ámbito estatal, la combativa sección 34 se termina de convencer que en el terreno local ya no había nada que hacer y buscaron la interlocución con el gobierno federal, particularmente con el secretario de educación Mario Delgado, quien, instruido por la presidenta de la república, había ofrecido a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como parte de la negociación nacional, la instalación de mesas tripartitas para abordar problemáticas locales y particularidades de cada sección sindical.
Una vez que la CNTE, a nivel nacional decide decretar una pausa en las movilizaciones contra la ley del ISSSTE del 2007, en Zacatecas al interior de la sección sindical se dieron acalorados debates en torno al rumbo que debería tomar la movilización y la postura ante el ofrecimiento del secretario de educación federal de la instalación de una mesa tripartita con carácter resolutivo. Después de una semana de asambleas, intercambio de ideas y hasta acusaciones infundadas y llenas de cizaña en contra de los líderes sindicales, los trabajadores de la educación zacatecanos, decidieron de manera democrática que había que dar una muestra de buena voluntad y civilidad política para poder concretar esa tan prometida y condicionada “mesa tripartita”.
Como no hay plazo que no se llegue ni fecha que no se cumpla, el pasado martes 24 de junio se llevó a cabo la mesa donde estuvieron presentes las tres partes involucradas: gobierno del estado, gobierno federal y representación sindical. Se trató de un evento verdaderamente histórico por varias razones. La primera porque por fin y muy a su pesar, el gobernador David Monreal tuvo que darle la cara a los maestros zacatecanos y compartir espacio y tiempo con aquellos que siempre ha ignorado. La segunda razón sería por los alcances y acuerdos que comienzan a prefigurarse producto de éste encuentro. Se habla de conquistas históricas tanto para los trabajadores de la educación como para el sector educativo en su conjunto, donde los beneficiados serán todos los actores que confluyen en el proceso educativo, no únicamente los maestros. La tercera razón por la cual se considera histórica ésta mesa tripartita es porque después de mucho tiempo, la autoridad federal voltea a ver el desolado panorama educativo que impera en Zacatecas y que nadie se había atrevido a señalar y denunciar como lo han hecho de enero a la fecha los nuevos representantes de la sección 34 del SNTE.
Con éste acercamiento histórico y con la concreción de los acuerdos establecidos quedan mal parados aquellos que apostaban su resto a que el gobierno federal no cumpliría su parte y hacían votos para que la dirigencia sindical quedara mal frente a sus bases, contribuyendo con ello al resquebrajamiento de la unidad y combatividad mostrada por la nueva sección 34 del SNTE-CNTE. Una vez más fracasaron quienes pretenden debilitar a la sección 34 y a la dirigencia sindical electa de manera democrática el pasado 13 de diciembre del 2024.