La aprobación en la Cámara de Representantes de EE. UU. de un impuesto del 3.5 % a las remesas enviadas por migrantes sin ciudadanía ha generado preocupación en estados como Zacatecas, donde estos recursos son fundamentales. En 2024, la entidad recibió más de mil 900 millones de dólares en remesas, lo que representó uno de los mayores aportes al PIB estatal a nivel nacional.
Como ya es sabido, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una propuesta legislativa que contempla un impuesto del 3.5 % sobre las remesas enviadas por migrantes que no poseen ciudadanía ni residencia legal permanente. Esta medida, incluida en un amplio paquete de reformas fiscales promovidas por el Partido Republicano, fue ajustada a última hora, ya que originalmente planteaba una tasa del 5 %.
El pasado 16 de junio, el Comité de Finanzas del Senado presentó el documento de conciliación que integra esta disposición al proyecto de ley de reconciliación presupuestaria, el cual será revisado próximamente en la cámara alta. El texto mantiene el porcentaje aprobado en la Cámara Baja e incluye reducciones considerables en los impuestos que pagan los hogares estadounidenses.
Dentro de los aspectos relevantes, se establece que las remesas enviadas mediante tarjetas de crédito o débito no estarán sujetas al impuesto, lo que podría disminuir su impacto entre quienes utilizan servicios financieros formales. Esta excepción podría beneficiar particularmente a la comunidad mexicana en Estados Unidos, que desde hace más de dos décadas puede abrir cuentas bancarias con la Matrícula Consular como identificación.
También se prevé un crédito fiscal para las personas que cuenten con número de Seguro Social, lo que podría traducirse en un alivio para quienes tienen residencia legal. De aprobarse en el Senado, el impuesto entraría en vigor el 31 de diciembre de 2025.
Según los legisladores que respaldan la iniciativa, esta reforma evitaría un alza generalizada de impuestos por más de 4 billones de dólares y reforzaría los recortes fiscales implementados durante el gobierno de Donald Trump, promoviendo así estabilidad económica para empresas y familias.
Sin embargo, la propuesta ha sido criticada por su impacto directo en comunidades migrantes que sostienen económicamente a millones de familias a través del envío de remesas.
Según un análisis publicado por BBVA, el costo de enviar una remesa de 350 dólares aumentará de aproximadamente 5 a 17.25 dólares, lo que implica un incremento cercano al 250%. Esta subida tan significativa, advierten, podría fomentar el uso de canales informales y no regulados para evitar el pago del impuesto, lo que debilitaría un mercado que hoy es eficiente, competitivo y seguro.
Como se señala, en los últimos 25 años el costo de enviar dinero desde Estados Unidos a México se ha reducido notablemente gracias a la competencia, la digitalización y el tamaño de este corredor, el más grande del mundo en remesas.
En resumen, advierte que esta política fiscal, diseñada para recaudar afectando a migrantes sin documentos, corre el riesgo de desmantelar un sistema funcional y penalizar desproporcionadamente a quienes menos opciones tienen: los migrantes y sus familias.
Zacatecas pues, es una entidad cuya economía depende en gran medida de las remesas, reflejo de su carácter históricamente migrante. De acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), durante el primer trimestre de 2025 el estado registró un ingreso de 420 millones 670 mil 623 dólares por concepto de remesas, la cifra más alta registrada en ese periodo a lo largo de su historia.
En todo 2024, Zacatecas recibió 1,906.7 millones de dólares en remesas, consolidándose como uno de los estados con mayor captación de estos recursos a nivel nacional.
Según un análisis del Grupo Financiero BASE, elaborado con datos del Banco de México, las remesas representaron cerca del 2.6 % del PIB nacional durante 2024 (cifra basada en datos disponibles hasta octubre de ese año). Sin embargo, a nivel estatal, el impacto es mucho mayor en entidades altamente dependientes de estos flujos.
La medida, amenaza con encarecer el envío de dinero y afectar directamente a miles de familias zacatecanas que dependen del apoyo económico de sus migrantes.