Ante cuestionamientos de la prensa, el gobernador David Monreal Ávila consideró que la crisis actual en la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) deja en evidencia, más que nunca, la existencia de una lucha de intereses dentro de la institución, por lo que urgió a defenderla y someterla a una revisión profunda.
Señaló que con el presupuesto que recibe cada año —entre 2 mil 500 y 2 mil 600 millones de pesos, según estimó— la BUAZ debería ser una universidad ejemplar a nivel nacional.
“Yo no sé por qué le tienen miedo a hablar”, dijo. “Hay muchos pseudo maestros —si digo pseudo es porque no dan clases, porque no están y cobran en la Universidad— y no es poco dinero”, respondió al preguntársele por un mensaje para el rector electo, Ángel Román.
Agregó que éste debe revisar a fondo la institución y no permitir que “grupos políticos e intereses privados” lo condicionen.
Subrayó que gran parte del presupuesto universitario se concentra en la nómina, por lo que cuestionó: “¿Por qué no se hace público a quiénes les están pagando?, ¿En qué se van todos esos millones en la Universidad?”
El mandatario insistió en que el presupuesto de la Universidad debe transparentarse.
“Se van a sorprender, porque ex rectores que ya murieron seguramente… de veras, es mucho, mucho dinero”, describió.
Recalcó que, aunque su administración ha apoyado con infraestructura, no se involucra en el manejo financiero ni en las decisiones internas de la BUAZ.
En ese sentido, reiteró que el cambio debe impulsarse desde dentro, no del gobierno ni de actores externos. Afirmó que deben ser los propios maestros quienes encabecen ese proceso y que la comunidad universitaria debe hacer valer su autonomía y estar a la altura de ese derecho.
Sobre los señalamientos de universitarios que acusan al Gobierno estatal de haber influido en la liberación del ex rector Rubén Ibarra —sentenciado por abuso sexual agravado—, Monreal Ávila fue enfático: “el Gobierno del Estado ni se ha metido, ni se mete, ni se meterá. No tenemos interés”.
Por último, recordó que sus críticas no son nuevas y que, desde hace años, incluso como ciudadano y senador, ha planteado la necesidad de revisar a fondo la Universidad.
“Si se siguen engañando los propios maestros, pues es una trampa para ellos”, concluyó.