En un contundente comunicado, la comunidad estudiantil de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), acompañada por personal administrativo, docentes y sectores solidarios de la sociedad zacatecana, reafirmó la autonomía, legitimidad y motivación ética de su movimiento de paro, iniciado tras conocerse el caso de abuso sexual infantil cometido por el exrector Rubén Ibarra Reyes.
Las y los estudiantes aclararon que el movimiento no responde a intereses partidistas ni está siendo manipulado por actores políticos, como se ha señalado en algunos sectores. En sus palabras, “nuestra lucha es autónoma, legítima y libre de vínculos con cualquier representante o grupo político”.
El paro (que continúa activo en varios espacios de la universidad) fue descrito como una “reacción ética y colectiva” ante la gravedad del delito cometido y el posterior encubrimiento por parte de autoridades universitarias. Según se expresa en el comunicado, este hecho no solo representa una traición a la comunidad universitaria, sino una profunda afrenta a la dignidad institucional y a la seguridad de las infancias.
“El deber de alzar la voz ante dichas atrocidades no corresponde únicamente a las y los alumnos pertenecientes a la UAZ, sino a la comunidad en general que empatiza con las causas dignas”, señalaron.
El documento enfatiza que mujeres feministas que forman parte de la universidad (estudiantes, docentes, investigadoras y trabajadoras) también integran esta lucha, con un compromiso claro hacia la defensa de los derechos humanos y la erradicación de la violencia sexual. El movimiento, afirman, ha sido acuerpado por el movimiento feminista y por integrantes de la planta docente, quienes han respetado en todo momento la autonomía estudiantil.
Enérgicamente, condenaron las acusaciones de infiltración por parte de grupos políticos o universitarios, calificándolas de intentos por deslegitimar un movimiento nacido de la indignación y el deseo de justicia.
“Estamos en la disposición de aceptar el apoyo y respaldo de cualquier grupo o persona que empatice con la causa, dejando en claro la línea de respeto de nuestra autonomía y pensamiento crítico”, subrayaron.
Además, la comunidad estudiantil hizo una invitación formal a las autoridades competentes a acudir este lunes 26 de mayo a las 12:00 horas a las casetas del campus II, con el objetivo de iniciar el desahogo del pliego petitorio. Reiteraron su disposición al diálogo y a colaborar con la finalidad de que se restablezca gradualmente la institucionalidad en la UAZ. No obstante, señalaron que hay exigencias irrenunciables.
Entre ellas, destacaron la necesidad urgente de un “avance firme” en la destitución del exrector Rubén Ibarra Reyes, quien, según afirman, ha confesado su responsabilidad en el delito de abuso sexual. Reclamaron además la garantía de que no se le otorgarán beneficios adicionales, como una jubilación anticipada o favores administrativos, que serían percibidos como una revictimización y una forma de impunidad.
Finalmente, el comunicado reitera que este movimiento es liderado por estudiantes con el objetivo de proteger la dignidad universitaria, pero, sobre todo, defender la dignidad y seguridad de las infancias y garantizar el derecho a una vida libre de violencia.