“Es tiempo de mujeres”, aseguró la doctora Mariana Terán ante la promulgación de la Ley de igualdad sustantiva y cómo debe aplicarse en la Máxima Casa de Estudios de Zacatecas, “ya es momento de que un equipo de mujeres capacitadas, con amplia experiencia, tanto en la producción científica del conocimiento; en la formación de recursos humanos, en la planeación como en la gestión universitaria ocupen estos puestos (,,,) incluso, vamos retrasadas”, señaló.
La destacada historiadora mencionó que aún falta atender la reglamentación interna de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), ya que, aunque ha habido avances en materia de género, aún no son suficientes.
A lo más que han logrado llegar las mujeres dentro de la universidad es a “coordinaciones”, pero todavía no ha habido una secretaria general universitaria o una secretaria académica, y esto debe escalar, no sólo porque sean mujeres, sino por su capacidad, competencia, experiencia y trayectoria, asevera Terán.
Aunque la BUAZ es autónoma, esta autonomía es relativa, ya que siempre ha dependido de la federación en un porcentaje que alcanza hasta el 80 por ciento del subsidio que recibe la universidad, y la doctora coincide en que así debe seguir, recibiendo el respaldo mayoritario por parte de la federación, dando buenos resultados y presentando un plan programático de ataque para poder incrementar dicho subsidio y lograr subsanar el déficit histórico que ha venido cargando la universidad.
Mariana Terán considera que la institución tiene un serio problema de gobernabilidad, poniendo como ejemplo las movilizaciones y paros en las unidades académicas que, lejos de abonar a la educación, perjudican a toda la comunidad universitaria, ya que, dijo, son los grupos políticos que se enfrentan entre sí, buscando su propia ganancia.
Confía en que, con un planteamiento claro de planeación estratégica y una política de gobernabilidad que garantice la armonía y paz entre los universitarios, la BUAZ podrá avanzar y consolidarse cada vez más, puesto que, en cuanto a educación de calidad en el estado, la Máxima Casa de Estudios está a la cabeza.
Además, con resultados claros y transparentes, una política de prevención y un discurso convincente que coloque a la universidad pública estatal como uno de los principales ejes de desarrollo económico, de formación y como una potencia de resolución de problemas que logren el bienestar de la sociedad, se podrá mitigar la crisis financiera de la BUAZ y terminar con el “cuento de todos los años”.
La universidad necesita recuperar su carácter social, como cuando estaba inmersa en la problemática social, desde la vida campesina hasta en los temas políticos; es fundamental regresar al compromiso social y no quedarse en la carrera que ha apostado por la certificación y credencialización de los docentes e investigadores que muchas veces generan proyectos sólo para lograr cubrir los requisitos del Sistema Nacional de Investigadores (SIN) o las horas de investigación que se les asignan, señala Terán.
“Debemos reconocernos en los ejes estratégicos y prioritarios de la nación, bienestar, abasto, sustentabilidad, democracia, cultura para la paz, valores cívicos, sentido comunitario, y debemos de reestructurar desde la universidad, los ejes fundamentales de la investigación, para articular proyectos ambiciosos e impactantes en la incidencia social”, refiere.
La universidad tiene una gran oportunidad para aportar a la sociedad y de vincular los problemas regionales con la agenda nacional, puesto que durante años ha sido la gran casa del saber, noble e incluyente.
La Dra. Mariana Terán mencionó que, aunque de momento no está en sus aspiraciones llegar a ser rectora de la Máxima Casa de Estudios, si llegara a suceder, pondría todo su esmero en generar una agenda de proyectos estratégicos, recuperar la cultura para la paz y promovería el sentido de comunidad.